Querétaro, 17 Sep (Notimex).- Viejas casonas ubicadas en el Centro Histórico de la ciudad de Querétaro son memoria muda de la conspiración de 1810, una serie de reuniones clandestinas disfrazadas de tertulias literarias que derivaron en la Independencia de México.
De acuerdo a la historia, las reuniones se llevaban a cabo principalmente en la casa del Corregidor Miguel Domínguez y su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez, sede actual del Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro, así como en otras casas de la época en las que vivían personajes simpatizantes con la conspiración.
El cronista del estado de Querétaro, Andrés Garrido del Toral, señaló que no eran tertulias informales las celebradas por la Corregidora Ortiz de Domínguez y sus seguidores, sino reuniones organizadas por una academia literaria que contaba con un presidente y un secretario.
"Hasta aquí podemos observar dos cosas: Primero, en Querétaro se conspiraba en contra del Gobierno virreinal desde 1808 con el nombre Los Apatistas. Segundo, en 1810 los conspiradores retomaron el nombre Los Apatistas para llevar a cabo reuniones literarias y de conspiración", refirió.
La casa del Corregidor Miguel Domínguez y su esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez se erige como la más importante del movimiento independentista, que es desde donde salió el aviso la noche del 15 de septiembre de 1810 a San Miguel El Grande (hoy San Miguel de Allende) que la conspiración había sido descubierta.
La historia cuenta que desde la parte alta de la casa del Corregidor, su esposa Doña Josefa dio tres taconazos para dar aviso al sota-alcaide de cárceles Ignacio Pérez que se fuera a San Miguel El Grande a dar aviso al militar Ignacio Allende para que a su vez notificara al Cura Miguel Hidalgo, quien estaba en Dolores, hoy estado de Guanajuato.
Sin embargo, comentó Garrido del Toral, hay otras casonas que destacaron en el pasaje independentista como sitios donde se llevaban a cabo las supuestas tertulias literarias, como es el caso de la vivienda del Presbítero don José María Sánchez, en la Calle del Descanso número 14, hoy Pasteur Sur número 40.
También era sitio de reunión de los conspiradores queretanos la casa del licenciado Lorenzo de la Parra, ubicada en el Callejón de la Cerbatana número 4, hoy Andador Venustiano Carranza también 4.
Mención aparte merece la casa ubicada en el Callejón Ciego número 2, posteriormente Calle de Lojeño, hoy Andador Libertad Oriente número 54, donde solía hospedarse el Cura Miguel Hidalgo cuando venía a Querétaro.
En esa casa nació en 1863 Francisco León de la Barra, quien llegaría a ser presidente interino de México del 26 de mayo al 6 de noviembre de 1911, recordó el cronista de la entidad queretana.
En la casa del Alférez Real y Alcalde Provincial, don José Ignacio Villaseñor Cervantes, en la Calle Dos de San Antonio números 4 y 5, hoy Hidalgo No. 11, se alojaban Ignacio Allende y Juan Aldama debido a que el propietario estaba casado con María Justa Aldama, hermana de Juan Aldama.
"Ahí también se celebraron reuniones literarias que en realidad eran los trazos de la conspiración contra la Corona española y alcanzar el anhelado triunfo independentista que nos dio Patria y libertad", remarcó Garrido del Toral.