El arranque de esta Eurocopa 2024 de Alemania ha supuesto el mejor inicio goleador en la historia de la competición en términos de promedio de goles por partido desde la edición disputada en Bélgica y Países Bajos en el 2000, hace casi un cuarto de siglo.
El último tanto anotado casi al final por Francisco Conceiçao en el Portugal-República Checa para darle la victoria al combinado luso ha dejado la cuenta que iniciara Florian Wirtz en el minuto 10 del Alemania-Escocia inaugural el pasado viernes, en 34 goles en 12 partidos de la primera jornada, parando el promedio en un considerable 2.83 tantos por partido.
Estas cifras han quedado cerca de la marca de 3 goles por partido establecida en la primera jornada de la Eurocopa del 2000.
El siguiente listón lo marcan los cinco goles por partido de la edición de Yugoslavia 76, la que se acabaría resolviendo con el histórico penalti de Antonin Panenka para que Checoslovaquia conquistara el título.
Desde que se comenzaron a introducir fases de grupo previas a eliminatorias, con sus sucesivas ampliaciones tanto de equipos como de rondas, la Eurocopa del 2000 había sido la más prolífica en cuanto a goles por encuentro se refiere en la apertura del campeonato, en la que destacaron el duelo Portugal 3-Inglaterra 2 y Yugoslavia 3-Eslovenia 3 y se computaron 24 goles en 8 encuentros.
Sin embargo, hay dos datos a remarcar de aquella edición de mediados de los 70 a la hora de compararla con los 2,83 goles por partido de la competición actual.
Por un lado, la Eurocopa de 1976 fue la última que se disputó en formato final a cuatro, con el que se había creado el torneo en 1960, al que se accedía tras ir superando la fase de clasificación y una ronda previa de cuartos de final con ida y vuelta, lo que provocaba que las primeras cinco ediciones únicamente tuvieran una jornada inaugural de dos partidos.
Y por otro, en aquellas dos semifinales de 1976, Checoslovaquia-Países Bajos y Alemania Occidental-Yugoslavia, se anotaron diez tantos, cinco por partido, cuatro de los cuales subieron al marcador en las prórrogas con que se decidieron ambos partidos (3-1 en la primera y 4-2 en la segunda).
Es decir, que en lo que se refiere a los datos ceñidos únicamente a los goles al término de los 90 minutos, el promedio bajaría a tres por partido: exactamente el mismo que el de la Eurocopa del 2000, tras el que se ha quedado el comienzo anotador del campeonato vigente.
La marca media actual supone la quinta mejor de la historia de la Eurocopa en jornadas de comienzo. El récord en este apartado sigue estando en manos de la primera de todas las Eurocopas: la disputada en Francia en 1960, cuando las semifinales Francia-Yugoslavia y Checoslovaquia-Unión Soviética depararon un total de 12 goles, lo que se traduce en una media de 6 por duelo.
En los dieciséis campeonatos de selecciones del Viejo Continente que han tenido lugar, el actual es el decimoséptimo, se han ensayado hasta cuatro formatos distintos, que iban modificándose conforme se iban agregando más selecciones a la fase final del mismo.
De los cuatro integrantes iniciales en semifinales y final, se evolucionó a ocho conjuntos distribuidos en dos grupos, luego a dieciséis en cuatro liguillas de cuatro escuadras, para acabar en los veinticuatro participantes actuales agrupados en seis grupos de cuatro.
Hasta ahora, desde que se produjeron las ampliaciones en el torneo, al registro de Bélgica y Países Bajos 2000, le seguía de cerca el inicio de la competición de Polonia y Ucrania de 2012, cuando se registraron 20 goles en 8 duelos, destacando el Rusia 4 – República Checa 1 como confrontación más goleadora, elevando el promedio a 2,5, y el de la pasada edición, la multisede 2020, pospuesta a 2021 por la pandemia de covid-19, en la que la media se clavó en 2,33 tantos tras haberse recaudado 28 aciertos en 12 choques, con el Países Bajos 3 – Ucrania 2 como el que más aportó a la suma total.
En el polo diametralmente opuesto de la estadística se encuentra el arranque de la Eurocopa de Italia de 1968, cuando únicamente un tanto subió al marcador en las dos semifinales (0,5 goles por partido) que disputaron Italia y la Unión Soviética por un lado y Yugoslavia e Inglaterra por otro. El balcánico Dragan Džajić fue el único que vio puerta entre ambas disputas. La otra, la que involucraba a la anfitriona, fue saldada con el lanzamiento de una moneda al aire cuya fortuna cayó para los transalpinos.
Curiosamente, la segunda Eurocopa con el peor registro en cuanto a inicio goleador también tendría lugar en el ‘país de la bota’. En Italia 1980, la primera en que se introdujo una fase de grupos previa a las eliminatorias por el título, solamente cuatro goles iluminaron el marcador los primeros cuatro partidos que componían la jornada inicial.
Articulo de: MILENIO