
Aunque durante años el dátil fue un fruto casi desconocido para los consumidores mexicanos, hoy México se consolida como el cuarto productor mundial de la variedad Medjool, una de las más valoradas en el mercado global por su tamaño, dulzura equilibrada y textura carnosa. Con una producción nacional de alrededor de 21,000 toneladas anuales, este fruto del desierto impulsa hoy una nueva narrativa: la Ruta del Dátil, un proyecto que busca posicionar su cultivo como atractivo turístico, gourmet y de identidad regional.
Según datos de las y los productores entrevistados, México produce aproximadamente 21,000 toneladas anuales de dátil, particularmente de la variedad Medjool, considerada la más cotizada a nivel mundial. Este tipo de dátil destaca por su equilibrio en dulzura, textura carnosa y tamaño vistoso. En el mercado nacional, el kilo se vende entre 200 y 250 pesos.
Cerca de la mitad de la producción mexicana se exporta a países como Estados Unidos, Francia, Australia y algunas naciones del Medio Oriente, donde a pesar de ser productores históricos, reconocen la calidad del fruto mexicano. El resto se consume internamente, especialmente en grandes ciudades como Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Cancún.
Un cultivo que florece tras años de espera
La palma datilera no es nueva en territorio nacional. Su presencia en el norte del país, específicamente en Mexicali y San Luis Río Colorado, se remonta a varias décadas atrás. Sin embargo, fue hace unos 15 años cuando la reconversión agrícola —impulsada por el gobierno estatal para sustituir cultivos de baja rentabilidad como el trigo— incentivó la plantación de palmas datileras.
“Se trató de una apuesta a largo plazo”, explicaron Gabriela Cabrera Méndez y Laura Delgado Muñoz, productoras locales y piezas clave en la Ruta del Dátil, en entrevista con Bistronomie de El Economista. “Las palmas datileras tardan entre 8 y 10 años en empezar a producir. Hoy, vemos los frutos de esa decisión”.

La Ruta del Dátil en Mexicali: tesoro de sabor en Baja
Ante el auge de la producción y la necesidad de abrir mercado interno, surgió la Ruta del Dátil, una iniciativa que mezcla agricultura, turismo y gastronomía. El recorrido comienza en las plantaciones del Valle de Mexicali, donde los visitantes pueden conocer de cerca las palmas datileras —que alcanzan hasta 10 metros de altura— y observar procesos como la polinización, cosecha o el rolado del fruto.
Datos clave de la experiencia turística:
- Categorías de Turismo: Turismo Gastronómico y Agroturismo.
- Mejor época para visitar: Agosto a octubre (temporada de cosecha).
- Ticket promedio: De 150 a 500 pesos, que incluyen recorrido, degustaciones y maridajes. Hay opciones con costo adicional para experiencias especializadas.
- Público meta: Foodies y amantes del turismo gastronómico interesados en productos artesanales, ingredientes de origen y experiencias culinarias auténticas.
- Actividades para niños: Sí, con espacios al aire libre, degustaciones suaves y actividades adaptadas.
- Ubicación: Aproximadamente a 25 minutos del centro de Mexicali, sobre la carretera a Algodones, a la altura del Aeropuerto Internacional de Mexicali.
“La palma datilera es visualmente impactante. A diferencia de otros cultivos, no pierde follaje ni entra en letargo, permanece verde y viva durante todo el año. Es un paisaje imponente”, explicaron las guías del recorrido.
Empresas clave: Palmeras RQ, 8X8 y Variela
El éxito de la Ruta del Dátil no sería posible sin la colaboración de empresas locales que han dado forma al proyecto desde la raíz hasta la mesa:
Palmeras RQ, pionera en productos transformados, ha conquistado el mercado con sus dátiles enchilados, una propuesta que mexicaniza el fruto con sabores picantes y dulces.
8X8, por su parte, lidera la creación de destilados de dátil, incluidos licores tipo carajillo con identidad desértica.
Variela ha sido fundamental en la fusión entre el café agroecológico veracruzano y el dátil, ofreciendo nuevas formas de consumo saludables y sofisticadas.
Estas tres marcas representan el corazón productivo y creativo de la ruta: desde el cultivo y la transformación del dátil, hasta su integración en experiencias turísticas, gastronómicas y de bienestar.
Dátil enchilado, café de altura y carajillo del desierto
Entre las experiencias que ofrece la ruta destaca la degustación de dátiles enchilados, el uso del fruto como endulzante natural y su combinación con café de altura sin agroquímicos, producido en Veracruz bajo métodos ancestrales y sostenibles.
Una de las bebidas estrella de la ruta es el “carajillo del desierto”, preparado con destilado de dátil en lugar de licor, y con un trozo del fruto en lugar del tradicional grano de café. El resultado es una bebida intensa, suave al paladar y con notas dulces y tostadas que evocan el paisaje del norte de México.

Sustentabilidad y valor agregado
Detrás de cada fruto o bebida hay un entramado productivo que apuesta por la sostenibilidad y el comercio justo. En el caso del café agroecológico, el kilo puede alcanzar los 650 a 700 pesos, ya que su recolección, selección y tratamiento son 100% manuales. Esto no solo protege el medio ambiente, sino que también genera empleo digno en comunidades rurales.
En tanto, el proyecto del dátil busca crear industria en torno al fruto, evitar que toda la producción se destine al extranjero y fomentar su transformación en productos de alto valor como destilados, snacks o bebidas funcionales.
Desde las tierras cálidas de Mexicali, el dátil mexicano comienza a contar su propia historia. La Ruta del Dátil es, más que una atracción turística, un esfuerzo por reivindicar un cultivo de identidad local, de gran proyección internacional y que además seduce a chefs, sommeliers y paladares curiosos.
Fuente:
Diego López-https://www.eleconomista.com.mx/bistronomie/mexico-cuarto-productor-mundial-datil-propia-ruta-gourmet-20250602-761648.html