ORACIÓN POR MÉXICO
Hoy, sábado, 21 de septiembre.
Por Jorge Fernández H.
Agradecemos a Dios porque hoy, en el Día de la Paz Mundial, podemos estar en México, un país donde, en muchos de sus rincones, todavía prevalece un ambiente de paz. Gracias, Señor, porque podemos caminar por las calles con libertad, en cada uno de los estados de nuestra República Mexicana.
Pedimos a Dios que ese ambiente de paz pueda continuar. Que en los lugares donde el mal ha entrado a través del crimen organizado, se pueda contener y combatir con fuerza y determinación.
Que Dios nos dé la fortaleza necesaria para erradicar este mal de nuestra patria, para que sigamos viviendo en paz.
Agradecemos a Dios por el alimento que pone en nuestra mesa, que nos permite nutrirnos a nosotros, a nuestras familias y seres queridos.
Agradecemos por el techo que nos cobija, por el hogar que compartimos con quienes amamos, por el vestido y sustento diario que nunca nos falta.
Pedimos a Dios que todas estas bendiciones continúen, que jamás falten el pan, el hogar, el abrigo.
Y que estas mismas bendiciones lleguen también a aquellos que menos tienen, para que podamos vivir en un estado de igualdad, justicia, derecho y paz.
Agradecemos a Dios por las maravillas de nuestro país, por la tecnología que hoy disfrutamos: el internet, los teléfonos celulares, las computadoras, la inteligencia artificial. Gracias, Señor, por darnos estos avances que facilitan nuestra vida y nos conectan con el mundo.
Pedimos a Dios que podamos seguir utilizando todas estas maravillas para el bien, para el desarrollo de la humanidad. Que no nos falte la abundancia de estos recursos, y que aquellos que aún no los tienen, también puedan beneficiarse de ellos.
Agradecemos a Dios porque hoy nos encontramos en la cumbre mundial de los Premios Nobel de la Paz, donde hombres y mujeres ejemplares, que han dedicado sus vidas a este gran valor, se reúnen para continuar su lucha por la paz en todo el mundo.
Pedimos a Dios que siga dando fuerza a estos grandes líderes, como Ekaterina, su dirigente, y a todos los hombres y mujeres que forman parte de esta noble misión. Que sus acciones y su ejemplo sean una luz que guíe a sus pueblos hacia la paz.
Agradecemos a Dios por las maravillas que nos ofrece día a día, desde el sencillo vaso de agua que consumimos hasta las grandes obras que adornan nuestras ciudades.
Agradecemos por los regalos de la naturaleza: la luz del sol, el aire que respiramos, los árboles, los mares, los ríos, y todas las bellezas que nos rodean.
Pedimos a Dios que conserve estas maravillas por muchos siglos más, para que las generaciones futuras puedan disfrutar de este hermoso mundo, como nosotros lo hacemos hoy.
Por último, agradecemos a Dios por la paz en México y en el mundo, por cada momento de serenidad y armonía que experimentamos en nuestras vidas.
Pedimos a Dios que la paz reine en nuestros corazones, en nuestras familias y en todas las naciones. Que nos dé lo más precioso que es la paz, para vivir en unión, amor y respeto con todos nuestros semejantes.
AMÉN