OTRA VISIÓN
Por Jorge Fernández
Hoy Martes 14 de enero
Dedicamos esta columna a reflexionar sobre los primeros 100 días de gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, quien ha demostrado ser una presidenta activa, dinámica y comprometida con las necesidades de México.
Su gestión, marcada por un intenso ritmo de trabajo, ha logrado consolidar avances significativos y proyectar una visión clara para el futuro del país.
Desde el inicio de su mandato, la doctora Sheinbaum no ha dejado de recorrer el territorio nacional, mostrando una cercanía inusual con las comunidades afectadas por diversas problemáticas. Ejemplo de ello fue su inmediata atención a los habitantes de Acapulco tras el devastador paso del huracán.
Su presencia constante en los estados más necesitados ha sido un recordatorio de que el gobierno federal está atento y dispuesto a brindar apoyo directo.
Entre las iniciativas más destacadas de estos primeros 100 días está la presentación de importantes planes de desarrollo, como el Plan México, una estrategia integral que busca fomentar el crecimiento económico, la sustentabilidad ambiental y la igualdad social.
Además, la doctora Sheinbaum ha priorizado el diálogo con el sector empresarial, reuniéndose en múltiples ocasiones con líderes de la iniciativa privada para construir puentes y consolidar inversiones estratégicas en beneficio del país.
Otro momento memorable fue su participación en la presentación del programa de desarme y seguridad por la paz en la Basílica de Guadalupe, donde estuvo acompañada por el rector Monseñor Efraín Hernández.
Esta colaboración no solo simboliza la búsqueda de paz y unidad nacional, sino que también pone en valor el trabajo del rector, quien ha llevado a cabo una gestión notable en la Basílica.
Pero lo que verdaderamente define a estos 100 días no es solo la cantidad de planes presentados o reuniones realizadas, sino la esencia misma de su gobierno: un liderazgo humano, sensible, dispuesto a escuchar y actuar. Claudia Sheinbaum no es una presidenta que espera que las soluciones lleguen a su escritorio. Es una líder que está ahí, en el campo, en las calles, dialogando, aprendiendo y enfrentando los retos cara a cara, junto con la gente.
Su capacidad para impulsar proyectos de gran envergadura como el Plan de Desarrollo Nacional, atender a comunidades vulnerables, actuar ante emergencias y, al mismo tiempo, articular una visión transformadora para el país, revela un gobierno que ha llegado con determinación a construir un México mejor.
Estos primeros 100 días son mucho más que una cifra simbólica. Son el reflejo de un gobierno que camina al ritmo de su pueblo, que entiende las necesidades de su gente y que ha comenzado a sentar las bases para un México más justo, más fuerte y más unido.
Es un llamado a la esperanza, a la certeza de que sí es posible transformar nuestro país con trabajo, pasión y compromiso. Porque en cada paso que da Claudia Sheinbaum, está el eco de un pueblo que quiere un cambio real.
Con ella, México no solo avanza: México despierta. México sueña. México vive.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!