El Papa Benedicto XVI pidió hoy a los sacerdotes católicos ser un ejemplo para todos los fieles y actuar desinteresadamente, porque su vocación debe responder no a un “vergonzoso interés” sino a un “ánimo generoso”.
El pontífice presidió, la tarde de este viernes, la oración de las vísperas con estudiantes de universidades pontificias romanas y promotores vocacionales de diversas partes del mundo en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
“La llamada del señor al ministerio no es fruto de méritos particulares, es un regalo que se debe acoger y al cual se debe corresponder dedicándose no a un proyecto propio, sino al de Dios, en modo generoso y desinteresado”, indicó.
Los sacerdotes, agregó, deben dejar que Dios disponga de ellos según su voluntad, aunque ésta podría no corresponder a los propios deseos de autorrealización.
“Los presbíteros son dispensadores de medios de salvación, de sacramentos, especialmente de la eucaristía y de la penitencia, no disponen de ellos para el propio arbitrio, sino que son humildes servidores para el bien del pueblo de Dos”, apuntó.
El obispo de Roma ingresó a la basílica a bordo de una plataforma móvil, la estructura con rueditas y manubrios que le permitieron evitar el tránsito por el pasillo del templo; vehículo introducido hace poco para ahorrar el cansancio al pontífice.
En su mensaje aseguró que ser sacerdotes quiere decir servir con la ejemplaridad de vida y hacerse modelos de la grey.
“Es una vida marcada profundamente por este servicio: del cuidado atento de la grey, de la celebración fiel de la liturgia, y de la pronta solicitud hacia todos los hermanos, especialmente los más pobres y necesitados”, estableció.
