
El ex presidente argentino Carlos Menem (1989-1999) continuará su larga y legendaria carrera política luego de haber revalidado su puesto en el Senado, en donde permanecerá por lo menos hasta el año 2016.
A sus 81 años, el ex mandatario se consolidará como una de las figuras más añejas de la política argentina y permanecerá presente en los debates nacionales, a diferencia de otros dirigentes que han ido desapareciendo por falta de respaldo popular.
El pasado 23 de octubre, en las elecciones generales, Menem ganó la senaduría a la que se había postulado por segunda vez consecutiva en su provincia natal, La Rioja, ubicada a mil 168 kilómetros de Buenos Aires.
Gracias a un resultado que lo sorprendió hasta a él mismo, el ex presidente mantendrá los fueros legislativos por lo menos durante cinco años más y quedará blindado ante los juicios en los que está envuelto por diversos casos de corrupción.
Desde el Senado, Menem continuará una trayectoria que inició a mediados de los años 60 y que le permitió ocupar por primera vez, en 1973, la gubernatura de La Rioja, misma que ocupó sólo tres años al ser depuesto por el golpe de Estado de 1976.
En 1983, el fin del régimen militar representó su vuelta a la escena política, otra vez como gobernador de su provincia, donde fue creciendo en influencia hasta ganar en 1989 la Presidencia de Argentina.
Desde ese momento, Menem se convirtió en el personaje más importante del país, el que dolarizó la economía e hizo creer a los argentinos que ya formaban parte del primer mundo, mientras la pobreza y la desigualdad se expandían en la nación sudamericana.
El poder de Menem quedó probado en 1995, cuando ganó la reelección por abrumadora mayoría y gracias a un pacto político que le permitió una polémica reforma constitucional que eliminó el impedimento de tener dos mandatos presidenciales seguidos.
Cuando concluyó su segundo mandato, en 1999, Menem hizo un esfuerzo más por permanecer en el cargo, pero los múltiples escándalos de corrupción vividos durante sus 10 años de gobierno pesaron y ya no logró respaldo para quedarse en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
Siempre presente, Menem fue un personaje decisivo en las negociaciones que se vivieron en diciembre de 2001, cuando el ex presidente Fernando De la Rúa huyó del gobierno acorralado por multitudinarias protestas sociales que impugnaban su gestión.
En 2003, Menem volvió al ruedo y ganó la primera vuelta de la elección presidencial con el 24 por ciento de los votos, pero renunció a participar en la segunda vuelta ante la estrepitosa derrota que las encuestas le anticipaban frente a Néstor Kirchner.
Tan sólo cuatro años más tarde, Menem anunció que se postularía por cuarta vez para la Presidencia de Argentina, pero después de meses de una triste campaña, no logró remontar el mayoritario rechazo popular en su contra.
La máxima prueba fue la elección de gobernador de La Rioja, cargo para el que contendió en agosto de ese año como una antesala para la elección presidencial, y que perdió de manera estrepitosa, quedando en tercer lugar con un escaso 19 por ciento de los votos.
En ese momento se dio por terminada su carrera política, pero en Argentina siempre hasta el más muerto resucita y Menem logró convertirse en senador, cargo que alargará a partir del 10 de diciembre.
















