El Papa Francisco aseguró que el nacimiento y el árbol, como signos característicos de la Navidad, tocan el corazón de todos porque brindan un mensaje de esperanza, incluso para aquellos que son incrédulos.
México, 19 Dic (Notimex).- El pontífice hizo esta reflexión al recibir en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano a las delegaciones de las ciudades italianas de Verona y Catanzaro, las cuales obsequiaron las piezas para el pesebre que adornarán la Plaza de San Pedro en estas fiestas decembrinas.
"El pesebre y el árbol de Navidad son signos navideños siempre sugestivos y queridos en nuestras familias cristianas: ellos recuerdan el misterio de la encarnación, el hijo de Dios hecho hombre para salvarnos y la luz que Jesús ha traído al mundo con su nacimiento", destacó.
"Pero el pesebre y el árbol tocan el corazón de todos, también de aquellos que no creen, porque hablan de fraternidad, de intimidad y de amistad, llamando a los hombres de nuestro tiempo a redescubrir la belleza de la sencillez, del compartir y de la solidaridad", agregó.
El Papa sostuvo que los símbolos de la Navidad son una invitación a la unidad, a la concordia y a la paz. "Una invitación a hacer espacio, en nuestra vida personal y social, a Dios, el cual no viene con arrogancia a imponerse, sino que nos ofrece su amor omnipotente a través de la frágil figura de un niño".
Por ello, el pesebre y el árbol llevan un mensaje de luz, de esperanza y de amor, reiteró.
Ubicados ya junto al obelisco central de la Plaza de San Pedro, el abeto de 25 metros y el pesebre, con figuras de tamaño natural, serán inaugurados oficialmente la tarde de este viernes.