Zurich, 19 Dic (Notimex).- El sector relojero helvético, uno de los más tradicionales y respetados en el mundo, experimenta una desaceleración peor a la registrada en la crisis económica de 2009 y el próximo año no parecer traer mejores augurios.
En las empresas de la zona conocida como Arco del Jura, cuna de la relojería suiza, los anuncios de despidos se multiplican desde hace unas semanas, de acuerdo con un amplio reportaje del sitio suizo de noticias Swissinfo.com
Jura es la sede principal de la tradición relojera suiza, el Arco del Jura se presenta, desde Ginebra hasta Basilea, como una sola identidad formada por varias regiones: el Vallée de Joux y el Jura de Vaud, el Pays de Neuchâtel, el Seeland de Viena, el Jura bernés y el Jura.
En mayo, la crisis entre Rusia y Ucrania tuvo un impacto en la demanda de relojes suizos y llevó a Ulysse Nardin a anunciar el despido de 26 de sus 320 colaboradores en la Chaux-de-Fonds y Le Locle.
Bulgari cerró uno de los dos centros de producción que tenía en Chaux-de-Fonds, donde trabajaban 20 personas y en julio pasado, la empresa Christophe Claret recortó 20 empleos. En octubre, Parmigiani despidió a 17 de sus 100 asalariados en el centro que tiene en Fleurier.
Los talleres Gilbert Petit-Jean, en Brenets, tendrán que recortar un tercio de la plantilla de 207 efectivos. Y Prototec, en La Joux-Perret, prevé una quincena de despidos.
“La mayoría de las grandes marcas relojeras han conseguido evitar, al menos por el momento, los despidos o el recurso al desempleo parcial gracias a las ganancias que atesoraron en los años previos. Pero todos los talleres avanzan hacia una desaceleración”, afirma un experto consultado
Sin embargo, para las marcas pequeñas y los proveedores independientes, no obstante, la realidad es una muy distinta, pues han sido los primeros afectados y desde el verano pasado los anuncios de despidos y de desempleo parcial se multiplican
Las exportaciones relojeras suizas cayeron un 7,9 por ciento en septiembre con respecto al mismo mes de 2014, algo que no se observaba desde la crisis económica de 2009.
Varios factores explican lo anterior: el conflicto ucraniano, la caída del rublo, la explosiva situación que vive Oriente Medio, la campaña china contra la corrupción y la pérdida de ritmo económico que vive China.
Tambien la llegada de relojes inteligentes o la fuerte apreciación del franco suizo desde principios de año, influyeron en esta caída.
En opinión de varios observadores, sin embargo, los relojeros suizos tampoco pueden atribuir a factores externos todos los males que padecen, pues ellos también tienen una dosis de culpa.
“Se hartaron de ganancias fáciles durante años; ingresos derivados de un crecimiento que parecía infinito y que no era producto de sus méritos, sino de un imprevisto crecimiento de la tarta que se repartían, dice Grégory Pos, editor del sitio web business montres & joaillerie.
"Y muchos integrantes de la industria relojera dedicaron esos inusuales beneficios a financiar alucinantes campañas publicitarias, a realizar manufacturas fastuosas y a materializar inversiones irracionales y quiméricas", manifestó.