Tegucigalpa, 17 feb. Una misión de la Cruz Roja Internacional arribó hoy a Honduras para apoyar a las autoridades, tras el incendio ocurrido en una cárcel de este país que causó la muerte de 355 reclusos, según cifras oficiales.
"Venimos a cooperar, a ver en qué podemos ser útiles, por el momento venimos primero a hablar con las autoridades para ver dónde podemos colaborar", declaró a la prensa el español Juan Carlos Carrera en la terminal aérea Toncontín, en esta capital.
De acuerdo con Carrera, el equipo de la Cruz Roja lo integran cinco profesionales y esperan además la llegada de una psicóloga, un doctor y un especialista forense.
Hoy Naciones Unidas reclamó al gobierno hondureño una profunda investigación sobre las causas del peor siniestro carcelario, acontecido hace tres días en este país centroamericano.
El portavoz de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, subrayó desde Ginebra, Suiza, la obligación de los Estados para garantizar las condiciones de detención en las prisiones.
Lo sucedido hace tres días en el penal de Comayagua, ciudad del centro del país, es la tercera tragedia de su tipo ocurrida en esta nación centroamericana en menos de una década, recordó.
Al respecto, rememoró la muerte de 66 reclusos en 2003 en la prisión de El Porvenir, en la costa norte, y de 107 un año después en una instalación penitenciaria en San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia de Honduras.
Tegucigalpa fijó este viernes en 355 los muertos como consecuencia del suceso, relacionado con una fuga masiva de reos en complicidad con autoridades del recinto.
Estos datos contradicen un informe oficial divulgado antes según el cual las víctimas mortales sumaban 377.
Por su parte el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras denunció la víspera que una fuga planificada provocó el fuego en la prisión de Comayagua.
Había "una fuga planificada de 85 reos que pagaron cerca de 85 mil lempiras (cuatro mil 468 dólares) cada uno", declaró a la agrupación civil un prisionero parte del complot.
Acorde con su testimonio, el plan era que los guardias del centro penitenciario abrieran los candados de las celdas a las 22:00 horas del martes pasado para que los 85 complotados huyeran con uniformes de policía y dispararan al aire para simular resistencia.
La población penitenciaria en este país es de 12 mil 128 internos, muy por encima de la capacidad de ocho mil 230.
En este sentido el presidente hondureño, Porfirio Lobo, declaró una emergencia en nueve de las 24 prisiones de la nación en julio de 2010, debido a la sobrepoblación en el sistema penitenciario.