La espiritualidad es una llama que necesita oxígeno constantemente. No puedes manejar tu conexión en piloto automático. Si lo haces, entonces la llama disminuye y un día te despiertas con la decisión de que “simplemente no funciona para ti”.
Una forma de generar entusiasmo y novedad es cambiar tu rutina diariamente. Rompe el patrón. Modifícalo.
Puede ser muy deprimente cuando trabajas tan arduamente en tu persona sólo para perderlo al perder los estribos con alguien u olvidando un poco lo que aprendiste. Pero no tiene que ser así si comprendes que caer es parte del juego, y que la otra parte consiste en levantarte y elevarte a un nivel más alto del que estabas antes.
Hoy, cuando retrocedas, recuerda realizar una acción que te impulse hacia adelante.