Oliver cumplió su sueño de ser bombero

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    Acapulco, 23 Ago (Notimex).- Oliver Ramírez Flores, de 39 años de edad, cumplió su sueño de niño ser bombero, y con 17 años de servicio hoy es jefe del departamento del área de Incendios Estructurales y de Rescates Urbanos.

    Ha perdido el conteo de cuantos incendios ha sofocado, pero señala que en todos se corre el riesgo de perder la vida, por eso cada vez que sale a brindar un servicio él, al igual que su compañero, se encomiendan a su santo para regresar con bien.

    Oliver dice que ser bombero es una satisfacción y más cuando salvas la vida de una persona, pero al mismo tiempo es un riesgo.

    "Cumplí mi sueño de ser bombero y la satisfacción de poder ayudar a las demás personas, sin esperar nada a cambio, solo tratarlos de ayudar cuando están en problemas y poderles servir si es satisfactorio para uno", precisó.

    Dijo que ser bombero es una emoción el poder sentirte útil ante la sociedad y ayudarlos.

    Pero dentro de las lamentables tragedias de ser bombero, Oliver ha perdido un hermano, era el sargento Obed Ramírez, quien junto con otros dos elementos murieron asfixiados al sofocar un fuerte incendio en el sótano del hotel Calinda, el 30 de enero 2001.

    Los nombres del sargento Obed Ramírez, hermano de Oliver y los elementos Juan García Barroso y Alejandro Díaz Rodríguez, quedaron plasmados en una placa en las instalaciones del Heroico Cuerpo de Bomberos como homenaje a su valentía al sofocar el incendio del hotel Calinda.

    Tres camiones de bomberos también llevan los nombres de los bomberos que murieron en el cumplimiento de su deber.

    Oliver Ramírez Flores, de 39 años de edad, casado y con dos hijos, recordó que desde niño siempre soñó con ser bombero y ese sueño se hizo realidad.

    Relató que desde pequeño tuvo contacto con los bomberos que ahora son oficiales u otros que ya se jubilaron, pues su mamá tenía un puesto de comida frente a la estación de Renacimiento, en la zona suburbana de Acapulco.

    "Fue naciendo la vocación poco a poco, la convivencia con ellos y el ver el tipo de trabajo que realizaban el deseo de ser bombero", precisó.

    Recordó que cuando estudiaba la licenciatura de Educación Física, los oficiales de bomberos lo invitaban a integrarse en equipo.

    "Después de que entré a la licenciatura a estudiar me hicieron la invitación formal y me presenté, me dieron una capacitación, y me hicieron una propuesta para posteriormente darme la alta".

    Dice que está satisfecho con su trabajo y más cuando la persona a la que salvó la vida le da las gracias, aunque no siempre es así.

    Oliver dice que como bombero se entrega uno a su trabajo y más si te apasiona, porque tienen que sacrificarse fechas importantes que son para su familia o trabajar horas extras.

    "Hay servicios que son fuera de tu horario de trabajo, te agarran cuando ya vas de salida y no puede decir no, tienes que atender la emergencia y en ocasiones son foráneos".

    Recordó que una vez le tocó vigilar durante 24 horas una pipa que gas LP de 40 mil litros que volcó en la comunidad de Xolapa en la zona rural de Acapulco.

    Otro caso fue cuando se incendió el basurero de paso Texca, ubicado en la zona rural de Acapulco, donde estuvieron un mes trabajando sofocando el incendio y solo les daban seis horas para descansar.

    "Si sacrificas parte de tu vida con tu familia por ser bombero, porque toca trabajar hasta en el día de descanso".

    Explicó que cuando ingresas como bombero, la primera actividad es recibir las indicaciones del mando, la orientación y capacitación del manejo de las herramientas.

    Además de capacitación para poder atender una emergencia, tanto en el teléfono como en servicio y debes conocer el nombre de las herramientas.

    "Al principio te dejan en la unidad de bomberos para que conozcas el nombre de sus herramientas y sus funciones, y conforme vas aprendiendo, vas saliendo a servicio para capacitarte y aplicar la teoría".

    Dijo que cuando inició en bomberos, los primeros incendios fueron pequeños como de basura, hierba seca y después vehículos.

    Pero conforme se van preparando va subiendo el nivel de incendio a sofocar como puede ser de casa habitación o estructura más grande.

    Oliver no recuerda cuantos incendios ha sofocado durante 17 años, porque no lleva un conteo, pero señala que la conflagración más grande fue el de una mueblería que se ubica en la avenida Cuauhtémoc a la altura de la delegación del IMSS.

    El incendio dañó gran parte de la estructura de la mueblería, que estaba a punto de colapsarse por lo que él, junto con sus compañeros, tuvieron que salir para no arriesgar su vida.

    Y otro de los incendios más fuertes fue el del centro nocturno "Tequilas Le Club", ubicado sobre la calle Vasco Núñez de Balboa y a una cuadra de la Costera Miguel Alemán, donde el fuego se expandió a la refaccionaría América.

    El peligro del incendio en esa zona aumentaba porque aún costado de la refaccionaría el fuego estaba alcanzando una casa de venta de pintura.

    Durante la entrevista con Oliver en la estación de Bomberos, ubicada tres cuadras de la zona turística y en avenida Farallón, recibió una llamada de emergencia por el incendio de tres carros en un estacionamiento, ubicado en la avenida Rancho Acapulco.

    Oliver dice que cada vez que salen a brindar un servicio, se encomienda a Dios porque en esta profesión el riesgo es salir ayudar a personas que requieren del auxilio, pero ya no saben si regresarán.

    Su familia siempre le dice que se cuide y que recuerde que tiene hijo, al que le recomienda que estudie y si quiere ser bombero que lo haga mejor en sus días de descanso, pero cuando ya trabaje y sea todo un profesional.

    Oliver brinda de tres a cuatro servicios desde incendios en zona de pastizales, incendio en vehículos, casa habitación y lamentablemente han ido hasta a falsas alarmas.

    Los bomberos de Acapulco, a pesar de las carencias de equipo, tratan de sofocar los incendios o brindar otros servicios como fugas en tanques de gas, captura de cocodrilos, víboras y hasta destruir enjambre de abejas.

    Dijo que ante lamentables tragedias, cuando personas quedan atrapadas en sus vehículos y mueren y en algunos casos hasta quedan calcinados, como bombero aprende a manejar sus emociones. Comentó que los elementos de bomberos han recibido cursos sobre manejo de estrés en incidentes críticos.

    "En esos cursos nos dieron las técnicas y terapias de cómo manejar y comportarnos ante una situación de estrés y crisis y para poder ir desechando los problemas emocionales".

    Confesó que durante al interior del sótano de un centro comercial, tenía que entrar solo para sofocar un incendio de un vehículo, pero al ingresar le dio temor y pensó que ya no regresaría con vida.

    Oliver Ramírez señaló que sus actividades son de 24 horas de trabajo por 48 de descanso. A las 7:30 de la mañana ingresa a la estación de bomberos. Refirió que ser bombero requiere de constante capacitación.

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