El “nuevo” modelo de comunicación política que propone la reforma electoral del presidente López Obrador no es un nuevo modelo, recorta 18 minutos de tiempo en radio y televisión a los partidos y candidaturas y preserva el formato de spots que tanto trivializa los mensajes y que constriñe el debate político-electoral a ideas elementales, propuestas vanas y descalificaciones.
Uno de los temas de los que menos se ha hablado de la reforma electoral presentada el 28 de abril por AMLO y su partido es el de los tiempos de los partidos en radio y televisión.
La discusión y la dimensión de otros asuntos de esa misma iniciativa, como el recorte presupuestal para las actividades ordinarias de los partidos, la elección mediante voto directo de las autoridades electorales o la eliminación de 200 diputados y 32 senadores, ha opacado el tema de la presencia mediática de los partidos en los medios electrónicos.
Como se sabe, independientemente del contenido de la reforma electoral, es muy complicado que la misma sea aprobada en el Congreso, debido a que Morena y la Cuarta Transformación no reúnen los votos suficientes (mayoría calificada o dos terceras partes) para convertirla en ley.
La reforma electoral modifica 18 artículos de la Constitución, entre ellos el artículo 41 para que desde el inicio del proceso y hasta la jornada electoral, se destinen 30 minutos diarios en cada estación de radio y canal de TV a los partidos, candidaturas independientes y al nuevo Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC). Hoy, la Carta Magna dice que deben ser 48 minutos administrados por el actual INE; dicha administración no cambiaría con la propuesta de AMLO.
La nueva propuesta de 30 minutos se repartirían de tal manera que 90% (27 minutos) de dichos tiempos serían para los partidos y candidaturas y sólo 10% (tres minutitos) para el INEC para la difusión de mensajes informativos relacionados con la contienda electoral.
Con el modelo actual, los 48 minutos se reparten 50% para la autoridad electoral y la otra mitad para mensajes genéricos de los partidos entre el fin de las precampañas y el inicio de las campañas. La distribución 50-50 cambia durante las campañas: al menos 85% de los 48 minutos (40.8 minutos) para los partidos y candidatos, y el resto queda para la autoridad electoral (máximo 7.2 minutos).
Resumen: la reforma electoral de López Obrador significa menos tiempo, menos minutos para los partidos y las candidaturas independientes, porque reduce de 48 a 30 minutos el tiempo total, y de 40 a 27 minutos la presencia diaria de los partidos y candidaturas independientes en radio y TV.
De aprobarse la reforma, el proceso electoral pierde 18 minutos y a todos los partidos y candidaturas independientes se les recortan 13 minutos de presencia en radio y televisión respecto del actual modelo que destina 48 minutos al nuevo que prevé 30. Salvo a Morena, como comentaré más adelante, esta reducción de tiempo en radio y TV no le conviene a los partidos de oposición.
La autoridad electoral, el nuevo INEC, también perdería minutos: de 7 a sólo 3 minutos durante las campañas, y sólo tendría esos mismos 3 minutitos desde el inicio del proceso electoral y durante las precampañas.
Los 30 minutos diarios de la reforma electoral se distribuirían en al menos un minuto por cada hora de transmisión en cada una de las 2,182 estaciones de radio y 1,600 canales de TV dentro del horario de programación comprendido entre las 6 y las 24 horas. Lo que actualmente dice la Constitución es que los 48 minutos son distribuidos en dos y hasta tres minutos por cada hora de transmisión en cada radiodifusora y televisora.
Con la nueva reforma electoral no cambia la distribución de tiempo asignado a partidos y candidaturas independientes conforme al criterio actual: 30% de manera equitativa y 70% en función de su resultado en la elección para diputados federales inmediata anterior.
Se preserva la regla muy importante que prohíbe a cualquier persona, partido, precandidatura y candidatura adquirir por sí o por terceros tiempos en radio y televisión.
También permanece que durante el periodo comprendido entre el cierre de las campañas y la jornada electoral (la veda electoral) no se emitirá propaganda de partidos y candidaturas.
¿Este “nuevo” modelo de comunicación política es peor o mejor que el actual? En realidad no es un nuevo modelo, es el mismo con menos minutos en radio y televisión para los partidos, mediante el mismo formato simplificador de spots de 20 ó 30 segundos y no de espacios amplios para el debate y la deliberación de los asuntos de interés público durante el proceso electoral.
¿Es positivo o negativo que los partidos tengan menos minutos y presencia en los medios electrónicos? Son varias las implicaciones. Pero la democracia requiere que los ciudadanos reciban y accedan a información oportuna para participar y tomar decisiones político-electorales.
Los más felices son los medios electrónicos. La reforma electoral de AMLO atiende una de las demandas de los radiodifusores de que los mensajes electorales no “saturen” la programación de las emisoras. Pasar de 48 a 30 minutos agrada a las estaciones de radio y cadenas de TV porque destinan menos tiempo aire a los mensajes electorales para sus propios fines y contenidos, “distrayendo” menos a sus audiencias y reteniéndolas mejor en sus propios espacios.
Sin embargo, menos minutos y menos tiempo oficial en la radio y la TV posiblemente demande más tiempo y espacios para los partidos y las candidaturas en los programas informativos, de opinión y debate de los propios medios electrónicos. Aquí se abre una ventana de oportunidad: tanto de visibilizar las propuestas y proyectos de partidos y candidatos, como un trasiego de influyentismo y negocio político-electoral que podrían aprovechar los concesionarios de la radio y la TV comerciales.
De aprobarse la reforma, de inicio beneficiaría a Morena y su coalición, porque aunque todos los partidos pierden tiempos y minutos, Morena es la fuerza política con mayor representación en la Cámara de Diputados, por lo que tendría más tiempo para sus mensajes. En tanto que la oposición, además de ser minoría, tendría menos tiempo en radio y TV por la reducción de minutos.
Por último, la otra parte debilitada sería el INEC, que tendría menos minutos para sus campañas informativas en radio y TV, teniendo que gastar más dinero en otros espacios como los digitales o impresos, o diseñar una estrategia de comunicación más efectiva para informar más y mejor con menos. ¿Usted qué piensa?
Fuente:
Jorge Bravo-https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Menos-minutos-para-partidos-en-radio-y-television-20220826-0026.html
