Desde el fallecimiento de Julián Figueroa, Maribel Guardia ha mantenido en su casa las cenizas de su hijo. La actriz comento que en algunos momentos se dedica a hablar con él. Incluso, confesó que Julián se le apareció y le dijo cuando iba ser el día de su muerte.

“Cuando murió Julián no podía ni caminar, me temblaban las piernas. Un día que estaba rezando el rosario, llegó a mí, lleno de luz, y me dijo muchas cosas sin hablar”, reveló Guardia a los medios de comunicación. “Hasta me dijo cuándo me voy a morir, pero ya no voy a contar eso”.
Maribel comentó que tener los restos de su hijo en casa le da mucha tranquilidad y que por el momento no pretende llevarlas a otro sitio.
“He tenido experiencias preciosas con mi hijo. En las noches siempre le rezo; me lleno de luz, de paz. Me da mucha tranquilidad. Puedo llorar a gusto. Porque cuando rezo siento mucha paz, mucha luz de tener ahí a mi hijo. Ya sabré cuándo [lleva las cenizas a otro lado]. Creo que el día que me muera que nos lleven juntos y nos tiren donde sea”, advirtió.
La artista menciono que ya no le tiene miedo a la muerte; al contrario, ella sabe que cuando ocurra será motivo de celebración y no necesariamente de tristeza.
“Eso lo voy a tener toda mi vida. El luto es cuando vistes de negro, pero el duelo es para siempre”, confesó.
“Pero hago honor a la vida de mi hijo; toda esa luz que dejó conmigo ese niño maravilloso. Todas las obras de caridad, que tanta gente que me escribe que camina por Julián, que vendía canciones en 500, 300 pesos para que abonaran, para operar personas. Y cuando oigo esas historias que me mandan me encantan, me encanta saber las cosas lindas”, continuó. “Él está en mi corazón y estará hasta el día que me muera. El día que me muera va a ser un fiestón porque me va a esperar un montón de gente que amo”.
Por: Fer Núñez.