CARLOS GABINO
La temporada novilleril 29 en la plaza del restaurante Arroyo inició este sábado de manera decepcionante ante las altas expectativas que se habían generado.
Los novilleros Jesús Sosa, Emiliano Osornio, Luis Ángel Garza y César Ruiz, en orden de aparición, salieron en una mala tarde y fueron incapaces de cortar siquiera una oreja al descastado encierro de la ganadería La Antigua, propiedad de Jorge de Haro González, quien le rindió un homenaje a don Jesús Arroyo –fundador del citado restaurante y quien falleció hace dos años–, al ponerle nombres alusivos a él a los cuatro novillos lidiados, como son: Don Jesús, Chucharrón, Magnate y Buen Amigo.
El festejo, que fue presidido por el juez Gilberto Ruiz Torres, transcurrió sin grandes emociones; si acaso algunos pases aislados y unos tibios olés de la afición, que casi llenó la plaza.
El mexiquense Emiliano Osornio derrochó elegancia y ligó algunos buenos pases, pero lamentablemente falló con la espada y se le escapó aunque sea una vuelta al ruedo.
El aguascalentense César Ruiz fue quien más cerca estuvo de lograr el triunfo con un toreo temerario, además de que colocó de manera espectacular tres pares de banderillas. Desafortunadamente tampoco estuvo certero con el acero, mató con varios puntillazos y para colmo sacó un corte en la barbilla al chocar con la cabeza del novillo. A pesar de eso, se le ve madera para llegar a ser figura, por su carisma, alegría y desparpajo. Toreó al compás de la música del mariachi Continental.
De esta forma concluyó la primera novillada de seis que se llevarán a cabo en la plaza Arroyo.
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