OTRA VISIÓN
por Jorge Fernández
Buenos días, estimados lectores. Hoy, al abrir los ojos al amanecer, no solo iniciamos un nuevo día, sino que despertamos a la posibilidad de un México mejor. Sin embargo, al observar las primeras planas de nuestros periódicos, nos topamos con una realidad que se antoja polarizada y desalentadora. Los partidos políticos y el partido en el gobierno parecen enzarzados en una lucha constante, marcada por adjetivos negativos y descalificaciones, especialmente en el escenario de la presidencia de la República.
En este contexto, la candidata Claudia Scheinbaum, de Morena, se esfuerza por unificar su partido y por avanzar en su campaña. Sin embargo, el ambiente está cargado de críticas y falta de consenso sobre su capacidad para liderar. La invitación al debate de Xóchitl Gálvez, en lugar de ser una oportunidad para el diálogo constructivo, parece más un escenario para el ataque y la calumnia.
No obstante, amigos, les invito a reflexionar: ¿es esta la forma en que deben desarrollarse las cosas? La política no debe ser solo un ejercicio de votación, sino también una plataforma para aportar ideas, proyectos y soluciones desde nuestras comunidades y áreas de trabajo. Cada uno de nosotros conoce las necesidades de su entorno y lo que puede mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás.
Aquí es donde surge la importancia de ser resilientes. La resiliencia no es solo superar las adversidades, sino adaptarse y transformarlas en oportunidades. Es la capacidad de enfrentar los cambios y las dificultades con una actitud positiva y constructiva. La resiliencia en los mexicanos significa estar preparados para participar activamente en los procesos políticos, económicos, sociales, educativos, de seguridad, justicia y programas sociales, buscando siempre el bienestar colectivo.
Construir un México más fuerte y mejor requiere de nosotros más que críticas destructivas. Cuando identifiquemos algo que no funciona, aportemos soluciones. Así, en lugar de polarizarnos y criticar, aportemos desde nuestras trincheras ideas, proyectos, planes y programas que realmente marquen la diferencia.
Les insto a todos a luchar por un México mejor, no solo para nosotros, sino para nuestros hijos y las generaciones futuras. Seamos parte del cambio, seamos resilientes. Juntos, podemos marcar la diferencia y dejar un legado de fortaleza, unidad y esperanza.
Les deseo un día lleno de reflexión y acción positiva.