La cantante Daniela Romo llegó hasta la casa de su gran amiga Tina Galindo, no solo para darle el último adiós, también para, dijo, homenajearla.
“Es honrar a una persona de una trayectoria impecable, una gran creadora y madre de esta criatura (refiriéndose a ella misma). Fueron 44 años haciendo todo juntas y nunca me alcanzará la vida, la que me toque, para honrar lo que ella me enseñó, recorrer los caminos por los que ella me guio y todo lo que me regaló en la vida”, dijo.
Explicó que estuvo presente en el momento del deceso de la productora, pero lo más importante es que la empresaria seguirá viva en el recuerdo de todas las personas que la amaron.
“Especialmente en mí, porque es el ser que me dio el ser sin parirme, es un vacío muy grandísimo en mi vida y ahora sí me siento muy huérfana, ya no tengo a mi mamá y ya no tengo a Tina, pero las llevó en mí”, expresó entre lágrimas.
Confesó que pudo despedirse de Galindo y logró expresarle el gran amor y admiración que siente por ella. De igual forma compartió que aún no han hablado sobre dónde descansarán sus restos y que tampoco dejó cosas pendientes, tanto en lo personal como en lo profesional.
“Yo no creo en las almas gemelas o las medias naranjas, creo que Dios bendice a ciertos seres y los hace encontrarse en el camino y recorrerlo juntos. Ella regaló tanto porque tuvo una trayectoria grande, hizo grande el Teatro de la Ciudad, hizo grande cuando estuvo en Melody, hizo grande cuando fue vicepresidenta de Producciones en Televisa, e indudablemente hizo grande el Teatro de los Insurgentes”.
También explico que ya están planeando un homenaje para la productora.
“Ya está en en la historia del teatro en México y en la historia de muchos corazones de todos a los que les tendió la mano, nos abrazó y nos iluminó con su sonrisa y mirada sensata”.
Articulo de: Sughey Baños (El Universal)