- Este evento pretende despejar dudas sobre su candidatura a la reelección, aunque será observado con lupa por sus críticos y rivales, ante cualquier titubeo, mirada perdida o fallo.
El equipo de campaña del presidente Joe Biden se toma la rueda de prensa que ofrecerá el mandatario para cerrar la cumbre de la OTAN como un evento clave para despejar todas las dudas generadas desde el accidentado debate contra Donald Trump. Un esfuerzo grande para intentar revertir la ola de críticas, señalamientos y escepticismo de las últimas dos semanas que puede salir bien o ser un nuevo golpe para la credibilidad de las capacidades del aspirante a la reelección.
Suceda lo que suceda, esta rueda de prensa, que se prevé que sea de formato largo y con libertad de preguntas por parte de los periodistas será observada con lupa por adversarios políticos, críticos y escépticos de la candidatura del actual presidente, que en las últimas semanas se han multiplicado especialmente entre miembros de su partido en la Cámara de Representantes y desde algunas columnas de opinión de medios como ‘The New York Times’.
La expectativa que rodea al evento viene por varios puntos. El primero es que desde que sucedió su mal desempeño en el debate televisivo contra Donald Trump hace casi dos semanas, Joe Biden tan solo ha dado una entrevista a la cadena de televisión ‘ABC’, intentando sofocar las críticas únicamente a través de discursos y comunicados que, de momento, no han sofocado la crisis en el seno del Partido Demócrata.
El segundo es porque el actual mandatario es el presidente que menos ruedas de prensa ha dado desde el expresidente Ronald Reagan. De hecho, en lo que va de su segunda mitad de término presidencial solamente ha dado dos: una tras obtener un sorpresivo buen resultado en las elecciones de medio término en noviembre de 2022 y otra desde California en noviembre de 2023 durante la visita de Xi Jinping.
A esto hay que sumar una breve comparecencia en febrero de este año para desmentir las palabras que un fiscal general sentenció en uno de sus informes, donde aseguró que “es un anciano bienintencionado con mala memoria”. Una aparición que resultó siendo contraproducente porque confundió a los presidentes de México y Egipto.
Prueba de fuego: los asuntos sobre los que Biden se prepara de cara a la rueda de prensa
Si bien el mandatario usualmente se prepara para dirigirse al público estadounidense, para la rueda de prensa de este jueves no es opcional dejar nada al azar, mucho menos a la absoluta espontaneidad.
Y es que después de su atropellada participación en el debate del 27 de junio con Donald Trump, intervención que sembró el pánico en el Partido Demócrata, esta, su primera rueda de prensa tras el cara a cara, es una prueba de fuego: Biden se debate entre mitigar las dudas sobre sus capacidades cognitivas o terminar de zanjar un contundente rechazo para que continúe en la carrera electoral que tendrá lugar en menos de cinco meses.
Entre el abanico de asuntos sobre los que el presidente se prepara junto a su equipo se encuentran posibles preguntas sobre su edad, agudeza mental y los cada vez más reiterados llamados, dentro y fuera de su partido, para retirarse de la contienda, subraya un documento de planificación de la Casa Blanca, citado por ‘The New York Times’.
Biden también evalúa sus probables respuestas y enfoques para abordar temas sobre política exterior y seguridad y defensa, en el marco de la cumbre de la OTAN que concluye en Washington.
El tiempo que durará su comparecencia ante la prensa y la cantidad de cuestionamientos que enfrentará también son puntos clave y de referencia sobre los que se espera que su intervención sea juzgada.
Los argumentos de Biden en el pasado debate con datos y cifras se vieron opacados por sus dificultades para hilar ideas y terminar las frases al hablar. Una actuación que, incluso, eclipsó las mentiras y declaraciones falsas de Trump durante el cara a cara.
“El debate fue un recordatorio de que puedes tener tantas políticas como quieras, pero lo que el público ve y oye puede importar más”, destacó Julian Zelizer, historiador presidencial de Princeton.
“La gente veía a Trump como un reflejo de un país más turbulento, caótico y enojado (…) Los votantes pueden ver la fragilidad de Biden como un símbolo de debilidad o su propio tipo de inestabilidad”, agregó el experto.
Acciones de gobierno vs. dudas de capacidad cognitiva
Congresistas demócratas, como el representante Jerrold Nadler de Nueva York, el representante Jim Himes, de Connecticut, el legislador Adam Smith, del estado de Washington, y el representante Mark Takano, de California, han asegurado en privado que Biden debería hacerse a un lado, según un reporte de AP, difundido el pasado 8 de julio.
Y los llamados también han llegado desde Hollywood, como lo mostró el actor George Clooney, un firme simpatizante del partido gobernante, que el miércoles 10 de julio pidió a Biden abandonar la competencia para evitar una derrota de la bancada en las presidenciales.
“No vamos a ganar en noviembre con este presidente (…) Esta es la opinión de todos los senadores, congresistas y gobernadores con los que he hablado en privado. Cada uno, independientemente de lo que diga públicamente”, escribió el intérprete.
Pero también hay quienes muestran su contundente respaldo al mandatario y ponen sus acciones de gobierno por encima de sus titubeos a la hora de comunicarse, más aun cuando no existe un claro favorito para sucederlo, pese a que han circulado algunos nombres para hacerlo, como el de la actual vicepresidenta Kamala Harris.
Asesores y aliados de Biden han defendido el estado mental y la aptitud del líder demócrata para repetir un periodo en el Ejecutivo, centrados especialmente en las grandes decisiones de la Oficina Oval.
“No he visto ninguna razón para cuestionar o dudar de su lucidez, su comprensión del contexto, su naturaleza inquisitiva y el grado en que está completamente a cargo de los hechos y las cifras”, sostuvo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, el pasado lunes 8 de julio.
Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente y África del Norte y veterano de cuatro Administraciones, aseguró que nunca le ha preocupado la toma de decisiones de Biden.
Pero ahora, cualquier salida en falso se prevé riesgosa para su continuidad como candidato, en momentos en que crecen las voces para que dé un paso al costado.
Por el momento, Biden se ha mostrado enfático al señalar que no renunciará a la contienda, aunque ha reconocido sus equivocaciones a la hora de expresarse. El presidente se ha aferrado, insistiendo en que es el mejor demócrata para derrotar a Trump, cuya candidatura ha calificado de amenaza existencial para la democracia.
Fuente:
France 24-https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20240711-biden-afronta-la-rueda-de-prensa-de-la-otan-como-una-prueba-clave-para-sostener-su-candidatura