OTRA VISIÓN
Hoy, miércoles 6 de noviembre
Por Jorge Fernández
“ LA DEMOCRACIA, AMANECE HOY MÁS HERIDA”
La democracia, esa esencia que nutre a las naciones libres y justas, hoy se encuentra herida. Es un dolor que trasciende fronteras, que se hace palpable tanto en México como en Estados Unidos y en otras partes del mundo. La democracia, que durante décadas hemos creído sólida y estable, parece tambalearse bajo el peso de decisiones y eventos que ponen a prueba su resistencia y nuestra confianza en ella.
En México, la reciente discusión sobre la reforma al sistema de justicia ha dejado ver un paisaje inquietante.
La manera en que el ministro Alberto Pérez Dayán ha abordado el tema genera más preguntas que respuestas. Su posicionamiento, lejos de fortalecer el pilar democrático, ha abierto grietas en la credibilidad de nuestro sistema.
Más allá de si la reforma es buena o mala, lo que nos preocupa es la forma en que se ha manejado el proceso, porque deja la impresión de que la democracia, en vez de ser protegida, está siendo debilitada desde sus propios cimientos.
Pero no es solo México, miramos al norte, a Estados Unidos, y el panorama es igual de sombrío.
Las recientes elecciones, mostraron el mapa de USA, teñiendose de un rojo que simboliza más que un partido político, representan el auge de un líder que promete un camino autoritario.
Este candidato, envuelto en múltiples acusaciones y con un discurso que amenaza la estabilidad democrática, ha ganado el favor de muchos, incluso de aquellos que alguna vez buscaron en Estados Unidos un refugio de libertad. como los cubanos y que Irónicamente, algunos de estos nuevos ciudadanos, otrora migrantes que huyeron de regímenes opresivos, han apoyado con su voto a un proyecto que podría poner en jaque las mismas libertades que un día buscaron proteger.
Esta contradicción es dolorosa. ¿Cómo es posible que quienes han experimentado la opresión en carne propia decidan apoyar a quien promete repetir patrones autoritarios? ¿Cómo podemos entender que en un país construido sobre la idea de libertad y oportunidades, la democracia esté amenazada por un liderazgo que promete restringirlas?
El impacto de estas elecciones no se queda en Estados Unidos; sus ondas resuenan en México y en toda Latinoamérica. La incertidumbre que generan las políticas migratorias y comerciales de este nuevo gobierno puede golpear nuestra economía y nuestro tejido social.
Recordemos que México ha sido un puente, una frontera viva que enfrenta desafíos constantes cuando Estados Unidos endurece sus políticas de expulsión de indocumentados.
Las consecuencias de estos movimientos repercuten directamente en nuestras comunidades fronterizas, en nuestra política y en nuestra estabilidad.
Es aquí donde la esperanza se entrelaza con la preocupación. México, bajo el liderazgo de nuestra presidenta Claudia Cheinbaum, debe demostrar una vez más su fortaleza.
Tenemos que confiar en que ella sabrá manejar con firmeza las nuevas circunstancias, tanto internas como en la relación con nuestro principal socio comercial. Que tendrá la capacidad de negociar, de proteger el Tratado de Libre Comercio y de evitar que las decisiones unilaterales de nuestro vecino del norte agraven la situación de los migrantes y afecten a nuestras comunidades.
La democracia hoy está herida, pero no muerta.
Ha sido golpeada, pero aún respira.
Necesitamos, ahora más que nunca, unirnos en un esfuerzo colectivo para sanarla.
Que cada uno de nosotros aporte desde su trinchera, desde sus conocimientos y voluntades, para fortalecerla.
No debemos dejar que la desesperanza nos gane, porque México ha demostrado una y otra vez que es capaz de resistir, de adaptarse y de encontrar la manera de avanzar, incluso en las circunstancias más adversas.
El mundo, en sus momentos más oscuros, ha encontrado luz en aquellos que no se rinden. Confiemos en que, a pesar de los golpes, la democracia en México y en otros lugares del mundo encontrará la vacuna necesaria para resistir, combatir y salir adelante.
Confiamos en México. Confiamos en nuestra capacidad para sobreponernos a las dificultades y seguir adelante.
Hoy, la democracia está herida, pero nuestro compromiso es su mejor remedio.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!