Ante trabajadores sanitarios de todo el mundo, el Papa pide no someter a la salud humana a las leyes del mercado.
México, 18 Nov. (Notimex).- La salud no es una simple mercancía ni debe convertirse en un bien reservado a unos pocos, ligado a las leyes del mercado, advirtió el papa Benedicto XVI al recibir en El Vaticano a trabajadores sanitarios de diversas partes del mundo.
El Papa se dirigió en estos términos a los participantes de la XXVII Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud de la Santa Sede que abordó, en los últimos días, el tema “El hospital, lugar de evangelización: misión humana y espiritual”.
“Hospitales y estructuras de asistencia deben repensar el propio rol para evitar que la salud, antes de un bien universal a asegurar y defender, se convierta en una simple mercancía sometida a las leyes del mercado, por lo tanto reservada a pocos”, manifestó.
Pidió que nunca se olvide en ámbito sanitario la atención particular que se le debe a la dignidad de las personas que sufren, ayudándolas con solidaridad, pero también con subsidiariedad.
Según Benedicto XVI, por un lado el progreso técnico-científico aumenta la capacidad de sanar físicamente a quien está enfermo, pero por otro parece debilitarse la capacidad de hacerse cargo de los sufrientes, considerando su integridad y unidad.
“Parecen entonces ofuscarse los horizontes éticos de la ciencia médica, que corre el riesgo de olvidar cómo su vocación sea servir a cada hombre y todo el hombre, en las diversas fases de su existencia”, indicó.
El Papa señaló que en tiempos de crisis económica se sustraen recursos al cuidado de la salud, por ello los valores cristianos de la compasión, la solidaridad y el don de sí, deben convertirse en el léxico universal de cuantos actúan en el campo de la asistencia sanitaria.