La deuda de las entidades federativas es un problema de todo el país por su incidencia negativa en la inversión y el crecimiento económico, pero además es un limitante del bienestar de la población, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
México, 10 Mar. (Notimex).- os años esta dinámica se replica en las entidades federativas, pues los gastos han crecido significativamente, pero no así los ingresos.
Ello hace mucho más compleja su situación en cuanto a la debilidad de las fuentes de recursos, pues de la suma de los ingresos de las 32 entidades del país, cerca de 80 por ciento tiene su origen en las aportaciones y participaciones federales.
Refiere que aunque los estados han recibido por parte de la federación cada vez más recursos, la gran mayoría de ellos ha recurrido al endeudamiento para financiar sus egresos crecientes, y el monto de este creció 111.3 por ciento en términos reales en los últimos seis años.
El organismo privado considera natural que cualquier entidad recurra al endeudamiento, pero esto deja de serlo cuando su crecimiento es tal que se atenta contra las fuentes de recursos y por ende la capacidad de pago, que a la larga puede determinar en buena medida el ritmo de crecimiento y bienestar que puede lograrse localmente.
El CEESP menciona que uno de los temores generado por el considerable aumento en la deuda estatal es el riesgo crediticio.
Sin embargo, puntualiza, el hecho de que gran parte de la deuda contratada esté avalada por participaciones federales y en su mayoría se haya contratado a largo plazo, prácticamente diluye esta preocupación.
No obstante, esto no significa que no haya incidencia negativamente en el desarrollo estatal, pues existe el temor de que aumenten cada vez más los montos de las participaciones que se destinan al pago del servicio de la deuda.
Esto propiciará que los recursos para programas oficiales sean cada vez menores, lo que aunado a una ausente política de recaudación estatal, la posibilidad de estimular el crecimiento económico local y nacional será limitada.
Añade que el endeudamiento es un inhibidor nato de la inversión en el largo plazo, toda vez que cumplir con los compromisos con los acreedores reduce la posibilidad de canalizar más recursos a actividades productivas.
Obviamente esto atenta contra las posibilidades de un mayor crecimiento, toda vez que limita la fuerza que tiene la inversión como principal generador de crecimiento, expuso el organismo.