México, una nación caracterizada por su riqueza cultural y diversidad geográfica, también refleja fuertes contrastes en términos de pobreza y condiciones materiales. Las estimaciones presentadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) arrojan luz sobre estas disparidades y revelan que mientras se han logrado avances en la reducción de la pobreza, aún existen notables desafíos que enfrentar.
El año pasado, se identificó que 36 de cada 100 personas en México sufrían al menos una carencia social y lidiaban con un ingreso mensual insuficiente para cubrir sus necesidades básicas, según datos proporcionados por el Coneval. Aunque se observa un esfuerzo por mejorar la situación, José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del organismo, subrayó la importancia de aumentar la progresividad de las transferencias públicas y programas sociales, particularmente para incluir a las personas en situación de pobreza extrema.
El análisis de las 32 entidades federativas de México reveló un panorama diverso en cuanto a la pobreza. En este sentido, el Coneval encontró que 18 estados se sitúan por debajo del promedio nacional de pobreza, que es del 36.3%. Resulta llamativo que algunas de estas entidades alcancen tasas inferiores a las de países europeos.
Por ejemplo, en la Unión Europea, un 21.6% de la población se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social el año pasado, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
Dentro de México, Baja California Sur emerge como uno de los estados con la menor tasa de pobreza, registrando un 13.3% el año pasado. Este estado, con una economía enfocada en el turismo y un crecimiento de empleo formal del 13.7%, destaca por su desempeño en medio de desafiantes condiciones económicas.
En contraste, Chiapas, Guerrero y Oaxaca se posicionan como los estados con mayor índice de pobreza, con tasas del 67.4%, 60.4% y 58.4% respectivamente, lo que resalta la urgente necesidad de abordar las desigualdades económicas y sociales en estas regiones.
Milton Friedman, laureado con el Premio Nobel de Economía en 1976, señalaba que la pobreza se arraiga en la inflación y en la falta de cooperación voluntaria entre las personas. Douglass North, ganador del Premio Nobel de Economía en 1993, destacaba que las causas de la pobreza están ligadas a la distribución desigual del ingreso y la riqueza, así como a la ausencia de instituciones sólidas y efectivas.
Esta realidad compleja y diversa muestra la importancia de abordar la pobreza desde múltiples perspectivas y trabajar en conjunto para construir un México más equitativo y próspero.
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