México, 9 May (Notimex). – El Día de las Madres también es una oportunidad para reconocer a las mamás trabajadoras de la Cultura, quienes han sabido conjugar la maternidad con sus actividades profesionales de museógrafas, promotoras o como secretarias, entre otras.
La organización y la comunicación han sido factores clave para que las trabajadoras puedan desempeñarse en las distintas instituciones de la Secretaría de Cultura, sin descuidar el rol de madre y el cuidado de sus hijos, se informó en comunicado.
Mujeres que se desempeñan en el sector público cultural son modelo de una nueva figura de mamás empoderadas y ejemplares en su trabajo, un ejemplo es Alma González, promotora escolar del Centro Cultural Tijuana (Cecut), al norte del país.
Alma asegura que sus hijos Luis David y Luis Santiago son “niños Cecut”, pues prácticamente nacieron en ese espacio y disfrutan de las actividades infantiles que brinda el recinto y hasta cuentan con becas para tomar un taller de teatro.
“Si es un tanto difícil, un poquito pesado, pero la verdad es un privilegio para mí desempeñarme en las dos funciones. Es un gusto el ser madre y trabajar en una institución que es un ícono de Tijuana”, externó Alma.
Afortunadamente se ha sentido apoyada en las diversas áreas en las que ha laborado, “siempre he contado con jefes directos que me han autorizado ir a juntas. Nunca me he perdido un festival del Día del Niño de mis hijos o del Día de la Mamá. Es un gusto pertenecer al Cecut y contar con este apoyo”.
Por otro lado, Hilda Briones, directora de Prensa de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, es madre de dos hijos, José, matador de toros y Carmina, pedagoga, además de su nieta Frida.
“Todavía soy de una generación que trabajaba con un poquito de culpa. Sentía medio feo dejar en la guardería a José, pero después te vas quitando el sentimiento de culpa. Yo creo que sí puedes combinar las dos cosas perfectamente, pues más vale la calidad del tiempo y no la cantidad”, comentó.
Por ello, recomienda a las mamás cubrir a sus hijos de amor y platicar con ellos, ya que los niños entienden que su mamá va a trabajar para estar mejor.
Otra historia es la de Martha Miranda, quien con 13 años de labor en el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en la CDMX, se encarga del montaje de las exposiciones en ese recinto. También tiene dos pequeños de 6 y 7 años, respectivamente.
“La verdad es que para mí ha sido bastante fácil, ha habido muchas facilidades por parte de la dirección. Al principio no me quería separar de mi chamaco, por lo menos del primero. Después de la incapacidad y al regresar a los tres meses, yo no lo quería dejar, pero tuve la facilidad de tenerlo algunos tiempos acá, para ir creciendo de a poquito”.
Por ello, sostiene que el Cenart ha sido un lugar de trabajo muy “apapachador”, pues puede llevar a sus pequeños cuando no tienen clases y de hecho “cuando estamos en montaje, ellos ya saben que tienen que estar quietecitos mientras mamá va y viene”.
Este tipo de apoyos que se brindan a las madres trabajadoras forman parte de un eje prioritario de la Secretaría de Cultura en materia de perspectiva de género, que incluye entre otros rubros paridad laboral y salarial, así como facilidades para madres y padres.
Lydia Escobedo, con 33 años de antigüedad en el Museo Nacional de Antropología en el puesto de asistente secretarial, hace 20 años tuvo a su hijo Alejandro.
“He procurado administrar bien mis horarios. Llego a mi casa a hacer todos mis pendientes, sí he podido compaginar todo eso, hasta ahorita no he tenido ningún problema. Me di tiempo para acompañar a mi hijo a las fiestas, a las reuniones, al curso de esto y de aquello. Y en la noche no me preguntes, termino muerta”.
Para Lydia, aunque puede parecer difícil ser madre trabajadora, “organizándose y dejando todas las tareas listas se puede hacer todo, no es fácil, pero uno se lo tiene que proponer. De entrada, es un compromiso con el hijo, porque, aunque sea uno absorbe como si fueran ocho”.
Finalmente, Aída Andrade coordina el área académica del Centro Cultural Helénico, tanto las actividades presenciales como en línea además de clases magistrales, conferencias y talleres. Orgullosa dice que es madre de cuatro hijos.
Solo uno es natural, los demás son adoptados y otros que se han ido adjudicando. Ella festejará trabajando en la oficina que, con el tiempo, “se ha vuelto como mi casa”, confesó.
Y es que, dice, “trabajo con mucha gente, convivo con más gente aún en la oficina que en la casa y en la oficina está bien celebrado, tenemos un equipo grande y nos llevamos muy bien, somos muchas las que tenemos hijos y estaremos muy bien acompañadas”.