12 de Julio 2012.- Actos clásicos, como los conejos salidos de un sombrero o las flores sacadas de la nada, son transformados en números espectaculares por los magos contemporáneos, entre ellos Joe y Moy, Sissy y Jaramy, y Joaquín Kotkin, mejor conocido como El mago de la media barba, ilusionistas mexicanos que están a la vanguardia.
Hoy Joaquín Kotkin estará en escena con siete de los magos más reconocidos, en el espectáculo The Ilusionist, que se presentará en el Auditorio Nacional, pero no es gratuito.
“El mundo de la magia es muy pequeño, los lugares no se dan, se ganan, y no por recomendaciones sino por tu trabajo, por las cosas que haces, por la crítica interna de los magos”, dijo Kotkin, quien explicó que para convencer al productor del show, Simon Painter, tuvo que mostrar un número que en verdad innovara y sorprendiera.
Joaquín Kotkin cuenta con 30 años de carrera y es uno de los magos más reconocidos en el mundo; incluso, el famoso ilusionista David Copperfield ha utilizado uno de sus trucos, en el cual se utiliza un escorpión para adivinar una carta.
Generar sorpresa en esta disciplina no es cosa sencilla. “Hay quienes se impresionan al vernos desaparecer y aparecer en segundo en otro lugar, otros prefieren ver algo que ponga en riesgo nuestras vidas como un hilo atravesando el cuello de Moy o que algo salga por mi ojo”, señaló Joe.
Moy puntualiza que “la habilidad que hemos desarrollado a lo largo de nuestra carrera nos ha permitido desarrollar efectos cada vez más complejos y a mejorar nuestro show; por supuesto tenemos que utilizar todo lo que esté a nuestro alcance para crear magia nueva”, esto incluye el uso de nuevas tecnologías, como el público podrá ver el 3 de agosto, cuando los hermanos regresen al Fat Crow.
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
Si hay alguien que sabe de evolución en magia ese es Jaramy quien, con más de cuatro décadas de experiencia, diseña los trucos que Sissy presenta cada año en la Feria de la Magia de Hong Kong, evento que reúne a los mejores magos del mundo.
Jaramy ve como un plus el hecho de integrar juegos de luces, robótica, entre otras cosas, en la magia, aunque esto eleve los costos de cada acto, algo que pocos pueden sufragar.
“En el ilusionismo lo que cuesta es el secreto, y la tecnología es diferente a la de antaño; ya hay ingenieros mecánicos y electrónicos que se dedican ex profeso a diseñar esos aparatos, por lo que son muy caros”, explicó.
Para dar una perspectiva de lo que ahora se tiene que desembolsar, Jaramy revela que un truco básico, como aparecer a una modelo cuesta alrededor de 8 o 10 mil dólares; un acto más complejo: levitar, como lo hacen David Copperfield o Criss Angel, deben invertir 100 mil dólares.
Uno de los trucos que Sissy realiza, donde aparece y desaparece sombreros a la vista del público, y que él diseñó, explicó que es muy costoso, comenzando por sus elementos: cada uno de los 15 sombreros hechos por el artesano que diseña para Britney Spears y la reina Isabel de Inglaterra, vale 350 euros, aproximadamente 8 mil a 10 mil pesos.
Otros elementos que se transformaron y han hecho más atractivo cada acto son los telones, tras los cuales se oculta el truco; ahora se reemplazaron por juegos de luces que hacen más espectacular el trabajo de un mago.
Sin embargo, hay un pero; no importa cuánto se invierta en tiempo y recursos para un truco, no hay ley que proteja su creación de ser plagiada o copiada, ni en México ni en ninguna parte del mundo, según palabras de Jaramy.
“Lamentablemente no tenemos esa protección, ése fue uno de los grandes problemas para evitar que el Mago Enmascarado revelara los trucos (en tv); no hay manera de evitarlo”, dijo este veterano de la magia.