EL IDIOTA, UNA HISTORIA DE FE EN LOS HOMBRES Y EL AMOR

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    El director de teatro lituano Eimuntas Nekrosius, a quien los especialistas califican como un genio de las artes escénicas, eligió textos clásicos para llevarlos a escena con la compañía que fundó en 1998, Meno Fortas (La fortaleza del arte). En su primera visita a la ciudad de México, trae El idiota, una adaptación de Dostoievski.

    Vía correo electrónico desde Lituania, debido a que no pudo viajar con el resto de la agrupación que se presenta hoy en Bellas Artes a las 17:00 horas, explica que El idiota “es una de las mayores obras de la literatura universal”.

    “Está fuera de la influencia del tiempo o de cualquier cambio en la historia de la humanidad. Está llena de personajes fuertes y ofrece grandes oportunidades a los actores para crear papeles interesantes y sentir el poder de la psicología de Rusia”, dice.

    Explica que las situaciones y personajes de la obra son tan complejos que el teatro no tiene suficiente poder y medios para transferir todo al escenario. “La literatura es el arte más poderoso, se alimenta de todas las artes, entre otras cosas, pero creo que el tema principal de la novela es una creencia, la fe en los hombres, en el amor. El personaje del príncipe Mishkin, tiene la capacidad para atraer la atención de todos desde la primera vista, y así elevar el amor, la sinceridad y la conciencia a todo el mundo”.

    El Idiota es una historia relatada en cuatro actos que plantea un viaje por la mente del último heredero de una gran familia en decadencia; personaje en el que conviven una superioridad espiritual y generosidad, con una falta de experiencia de vida. El montaje es de largo aliento: dura alrededor de cinco horas.

    Nekrosius describe una de las escenas que más le interesan. “A través de los siglos, la pena de muerte estaba rodeada de misticismo y de un montón de preguntas, dudas, que siguen siendo las mismas de ahora. Dostoievski describe la pena de muerte con emociones muy fuertes, con un montón de colores, es uno de los mejores monólogos y es profundamente emocional; nosotros nos hemos esforzado en dar cuento de ello en la obra”.

    Nekrosius ha dicho que para hacer un teatro de vanguardia se necesita tener confianza y ser impertinente, por eso aclara que él no es ni vanguardista ni impertinente. “Eso es algo que se ajusta a las nuevas generaciones, para mí, en cambio, la literatura es el arte principal. Al leer los textos siempre buscamos un nuevo lenguaje específico teatral, que nos puede ayudar a expresar las emociones de la literatura al lenguaje escénico”.

    Agrega: “El poder de la psicología de las novelas de Dostoievski es tan fuerte y sólida que sigue siendo real, significativa y llena de sentido, y no requiere ninguna experiencia de teatro de drama. No hay ninguna razón para modernizar o buscar nuevos puntos de vista a las obras. Su literatura sólo existe en sí”.

     

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