OTRA VISIÓN
Por Dr. Jorge Fernández
Hoy amanecemos con una noticia que, aunque previsible, no deja de ser alarmante: las enfermedades cardíacas lideran como la principal causa de muerte entre los mexicanos. Y no es para menos, considerando los sobresaltos que enfrenta nuestro pueblo día con día. Es un reflejo de las tensiones que vivimos en nuestra nación, donde cada mañana nos topamos con noticias que desafían nuestro temple y valores.
En Guerrero, una noticia sacude nuestro sentido de justicia y protección: niños entre 11 y 15 años se arman para vigilar la montaña baja. Un hecho que nos lleva a cuestionar el estado de nuestra seguridad y el futuro de nuestros jóvenes. Paralelamente, México se enfrenta a un desafío oscuro y profundo, al posicionarse en el primer nivel de pornografía infantil. Esto, indudablemente, es una mancha en nuestra lucha por los derechos y la dignidad de los más vulnerables.
La Comisión de Derechos Humanos, liderada por Rosario Piedra, sugiere su desaparición para dar paso a la Defensoría de los Derechos del Pueblo, evidenciando una crisis en la institución encargada de velar por nuestras garantías fundamentales.
En Tepito, un hallazgo perturbador en cateos revela drogas y una pérdida de valores donde ahora se adora a un satánico “angelito negro”. Este es el reflejo de una sociedad que, en ciertas áreas, parece haber perdido el rumbo moral y ético.
En el ámbito político, la voz de un líder del pasado resuena con fuerza: el expresidente Zedillo se presenta ante 500 empresarios, enfatizando la necesidad de proteger nuestra democracia, especialmente en un contexto global de regresión democrática. Su mensaje es claro: para tener una democracia robusta, necesitamos ciudadanos comprometidos con ella. En un año electoral crucial, con una participación récord de votantes más de 100 millones (tan solo en Edo. de México 12.8 millones y en CDMX, 7.8 millones)de los cuales, la mayoría son jóvenes, de 18 a 29 años, que serán llamados a defender la democracia, en las urnas con su voto.
Sin embargo, el panorama económico no es menos desafiante. La inflación en ascenso y un PIB en descenso pintan un cuadro de incertidumbre económica, con una tasa anual acercándose al 5% y una economía que parece desacelerarse.
En esta columna OTRA VISIÓN, miramos estas noticias no solo como observadores pasivos, sino como ciudadanos comprometidos con el futuro de nuestra nación. Es imperativo reforzar nuestra democracia, participar activamente en las urnas, y expresar nuestra voluntad sobre el tipo de México que deseamos. Un México donde la lucha contra la inseguridad, la injusticia, la protección de los derechos de los niños, y la defensa de nuestros valores éticos sean prioritarios.
Hoy más que nunca, es esencial cerrar brechas, unirnos en decisiones clave, y buscar objetivos comunes entre el Partido en el Gobierno y los Partidos opositores, que nos lleven a construir el país que merecemos. Esto es más que un deber; es nuestra responsabilidad como mexicanos, como padres, como jóvenes y como líderes de un mañana que aún está en nuestras manos moldear. Porque en el corazón de cada mexicano late la esperanza de un futuro mejor, un México más justo, más seguro y más próspero para nosotros y para las generaciones venideras.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!
