Este viernes llega a las salas de cine ‘Imperio helado’, la última entrega de la saga, continuación directa de ‘Cazafantasmas: más allá’ (Jason Reitman, 2021), un ‘reboot’ de la marca que se olvidaba de la divertida cinta protagonizada por mujeres en 2016, y retomaba la historia original de las películas de los ochenta, poniendo el foco en una madre soltera (Carrie Coon) y sus dos hijos, Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe Splenger (Mckenna Grace), que al llegar a una pequeña ciudad, descubrían su conexión con los cazafantasmas y el legado secreto que su abuelo dejó tras de sí.
Pese a su conexión directa con las dos primeras películas, a nadie se le escapa que la franquicia ha cambiado de tono. Lo que antes era una comedia más adulta y cínica ha transmutado en una cinta familiar de aventuras, donde el humor se ha diluido en pos de la acción. ‘Imperio helado’ sigue esa senda y lo hace recuperando Nueva York como escenario de fondo. El largometraje comienza cuando los Splenger, acompañados por Gary (Paul Rudd), profesor de Phoebe y padrastro en ciernes, destrozan varios coches y marquesinas para acabar con un nuevo fantasma. Tras los incidentes, el alcalde obliga a Phoebe, aún menor, a dejar a un lado la cacería de fantasmas, mientras amenaza al resto de la familia con poner fin al negocio. Lo que no se imaginan es que un nuevo espectro puede acabar sumiendo Manhattan en la oscuridad.
«Creo que habría sido muy difícil imitar o replicar aquello que se hizo en las películas de los ochenta. Hubiese sido incluso insultante», aseguraba Finn Wolfhard (Vancouver, 21 años) este lunes, en una mesa redonda con varios periodistas con motivo del estreno de la película.
Hizo hincapié en lo importante que es que estas nuevas películas «tengan su propio tono». «Con estas dos entregas hemos intentado encontrarlo y, en parte, todavía estamos aprendiendo», reconocía el actor.
Paul Rudd (Passaic, Nueva Jersey, 54 años) tampoco negaba la mayor. «Cuando se hicieron las originales, las cosas eran diferentes. Eran un grupo de amigos trabajando juntos, jóvenes y trataban de hacer algo nuevo», sostenía sobre Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis e Ivan Reitman, a quienes los tres actores califican de «leyendas». «Eran cómicos brillantes, en el momento álgido de su carrera, y es verdad que ellos no tenían el peso de la franquicia, estaban haciendo algo nuevo y nadie esperaba nada», apuntaba Rudd. No en vano, el protagonista de ‘Ant-Man’ desvelaba que le llevó un tiempo estar cómodo con Murray y Aykroyd en el set: «Cuando nos poníamos los trajes teníamos la sensación de no querer estorbar porque sentíamos que no nos habíamos ganado el puesto y que ellos eran los cazafantasmas originales».
La nostalgia sobrevuela toda la película, pero cabe preguntar a los actores más jóvenes del elenco si se puede sentir nostalgia por una época no vivida y en la que ni siquiera habían nacido. «Pues son como dos caras porque en realidad sí que hemos crecido con la primera película y, por otro lado, tienes nostalgia de segunda mano, por parte de aquellos que sí que crecieron habiendo experimentado todo aquel fenómeno, así que es como una doble nostalgia», respondía Wolfhard.