La temporada 2025 parecía que sería una de muy pocas cosas que recordar para el tijuanense Javier Assad. Una lesión al inicio del año lo dejó fuera de circulación y lo limitó a pocas apariciones en el verano. Sin embargo, no solo volvió con fuerza, sino que se declara en su mejor momento justo cuando más lo necesita: en la antesala de su debut en postemporada con los Cachorros de Chicago.
“No fue un año fácil, pero ahorita estoy en un gran momento donde me siento bien física y mentalmente”, aseguró en conferencia virtual con medios mexicanos. “Contento con la oportunidad que me dan, aprovechando cada salida ya sea abriendo o relevando. Me siento en un buen momento”.
El derecho reconoció que el desafío más grande fue aceptar la transición al bullpen, un rol que ya había experimentado en temporadas anteriores, pero que ahora cobra otra dimensión. “Ya he tenido años pasados ese rol. Estamos preparados mental y físicamente para lo que sea que podamos ayudar al equipo. Lo que uno quiere es estar aquí y poder ayudar, sea como abridor o como relevista”, explicó.
La pausa por la lesión lo obligó a repensar la manera en que utiliza sus pitcheos. Aunque redujo el uso de la recta y la curva, confía en que la mezcla de sinker, sweeper y cutter puede ser efectiva. “Lamentablemente este año empezamos lesionados, he tenido pocos juegos y pocos innings, pero me siento bien. Todos los días estamos tratando de trabajarlo porque confiamos en cada uno de nuestros pitcheos. Me siento fuerte y cada día tratamos de hacer ajustes y de poder mejorar la secuencia”, detalló.
El escenario de su primer juego de playoffs podría tener un tinte especial: los Padres de San Diego, el equipo al que seguía desde Tijuana en su niñez.
“Obviamente en San Diego tengo demasiada familia y puede que se dé la casualidad de que sea ahí, pero donde sea vamos a tratar de dar lo mejor. Lo importante es ayudar al equipo en lo que se pueda”, dijo.
Ese cruce lo remonta a su infancia, cuando los domingos acompañaba a sus tíos a jugar y soñaba con estar en un montículo de Grandes Ligas.
“Ellos fueron los que me empujaron a esto. Me llevaban a la unidad deportiva, me invitaban a cachar y verlos jugar cada semana me motivó a seguir adelante. Todavía hablo con mi papá y mi tío cada vez que picho, siempre me dicen qué me faltó o qué hice bien, y siempre voy a escucharlos porque han estado para mí desde el inicio”, contó.
Incluso, recuerda con nitidez los nombres que lo marcaron como aficionado en San Diego. “Por mucho tiempo los vi jugar, en los tiempos de Trevor Hoffman, Jake Peavy, Mike Cameron, Adrián González. Ahora gracias a Dios se están dando las cosas y contento de poder estar ahí. Con el favor de Dios, hacer unos buenos playoffs”, afirmó.
A nivel personal, la ilusión de octubre también le conecta con los sueños que conserva desde niño. “Sueños tengo muchos: poder llegar algún día a la Serie Mundial y ganarla, que es lo que uno tanto quiere”.
En el clubhouse, Assad ha encontrado un equipo que también parece renacer en el momento oportuno.
“A pesar de que no estuve todo el año, ahora que llegué y vi el equipo, se ve muy unido. Compiten todos los días, muy centrados, un gran ánimo. Y la afición como siempre, nunca falla aquí, siempre están en las buenas y en las malas”, relató.
Aunque los Cachorros no son considerados favoritos en la Liga Nacional, Assad cree que la clave está en no mirar alrededor. “Siempre va a haber palabras de otras personas, pero en playoffs todo puede pasar. Tenemos un gran equipo, muy unido y muy fuerte, con gran picheo y gran bateo. Nosotros nos centramos en cada juego, en cada turno, en cada pitcheo, siempre con la fe de buscar la victoria cada día”, expresó.
La temporada 2025 será recordada por Assad como aquella en la que tuvo que rehacerse después de una lesión, ajustar su rol y encontrar su mejor versión. Hoy, a las puertas de los playoffs, la recompensa es clara: un momento pleno que parecía lejos hace unos meses, y que ahora lo coloca en la oportunidad que soñó desde niño en Tijuana.

















