La Verdad es mucho más omniabarcante de lo que la mente podrá comprender jamás. Ningún pensamiento puede encerrar y contener la Verdad. En el mejor de los casos, puede indicarla. Por ejemplo puede decir: «Todas las cosas son intrínsecamente una». Eso es una indicación, no una explicación. Comprender estas palabras significa sentir profundamente dentro de ti la verdad hacia la que apuntan.

















