Luego de ser coronada como Reina de la Federación Mexicana de Charrería, Melissa Alejandra Vera Torres, SGM Melissa Alejandra I hizo público su compromiso de defender y difundir el traje nacional y las tradiciones de México con orgullo y respeto.
Esta labor se ha hecho patente en cada uno de los puntos que ha visitado durante los tres meses que lleva de reinado y que ratificó el pasado fin de semana, al ser invitada a participar en el desfile de vestidos de China poblana, vestimenta que nació en el Siglo XVII, creado por Catarina de San Juan figura indispensable en la Puebla, donde falleció en 1688.
La Soberana de la Charrería Federada aprovechó la invitación hecha por la presidenta del Comité de Damas de La Decana, la doctora Leticia Martínez de Jiménez y de Ana Paula I, reina de la agrupación, para realizar además de su participación en la pasarela charra, una serie de entrevistas para difundirlas en un espacio en el que participará en el programa ‘Charrería Lo Nuestro’.
Que mejor opción para realizar la entrevista a la señora Silvia García de Alba, quien formara parte del programa de antología mexicana ‘Noches Tapatías’ que dirigió en la década de los 70’s Lola Beltrán, en el que se difundió la música vernácula, con intérpretes como doña Silvia, Vicente Fernández, María de Lourdes, Lucha Reyes y un innumerable repertorio que desfiló por Televisa.
La charla de Melissa Alejandra con la señora García de Alva, se dio luego de que ella a lado de Esthela Martínez de Rojo, dirigieran el desfile, salpicado de anécdotas y datos curiosos sobre los vestidos ahí mostrados, la que será difundida posteriormente por televisión.
Además charló con la presidenta del Comité de Damas y con la Reina de La Nacional, la doctora Lety Martínez de Jiménez agradeció su presencia y enalteció la participación de las damas en los festejos de La Decana.
Ya el domingo, a lado del presidente de la Federación Mexicana de Charrería, Dr. Miguel Ángel Pascual Islas, el ex presidente de la FMCh Arquitecto Carlos Pascual López, el secretario Arturo Marín Alcántara y su esposa Paty Carrasco, sin omitir al tesorero Edgar del Bosque Amador y su esposa Laura Reyes de Del Bsoque; así como el presidente y el vicepresidente del DF, Ricardo Anaya y Fernando Pascual, disfruto de la Charreada de Gala del 92 Aniversario de La Nacional.
En el palco de honor del Rancho del Charro ‘Javier Rojo Gómez’, Melissa Alejandra I mostró a dos representantes de la Embajada de Noruega la manera en que se hace uno de los nudos de rebozo, el que va sobre el hombro y que da un toque especial al aditamento que es netamente mexicano.
Al final de la competencia aceptó la invitación hecha de bailar a lado de varias parejas de la Asociación Nacional ‘El Jarabe Tapatío’, lo que hizo con la sonrisa que no ha escapado un minuto de su rostro a los largo de los tres meses de actividad que lleva a cabo y que mantendrá durante su Reinado.
Terminó la jornada en la comida de gala, en la que el presidente Jorge Humberto Jiménez Vázquez, tal y como lo hiciera en la charreada, agradeció su presencia y la manera en que ha procurado difundir nuestras tradiciones.
ALGO DEL TRAJE DE CHINA POBLANA
En los primeros trajes de china poblana básicamente siempre había de una camisa de muselina blanca con encajes, holanes y bordados con punto de cruz, falda confeccionada en tres franjas de seda.
La primera, de color gris adornada con espiguilla dorada; la segunda, con paliacates azules, cinta dorada y en las puntas flecos plateados; la tercera y última franja, con encaje plegado y puntas de la misma seda gris.
La falda siempre muy amplia, podía ser modificada siempre y cuando fuera con el fin de darle mayor vistosidad y riqueza, por lo que a lo largo de la historia se ha visto como se han ido agregando flecos, galones dorados, o bien, lentejuelas de oro y plata.
Las chinas llevaban pañoleta al cuello y rebozo terciado sobre el pecho con puntas hechas de macramé caídas a la espalda; arreglaban su cabello dividiéndolo en dos partes, formando con cada una de ellas una trenza, la que se enrollaban a la cabeza simulando así una corona. Los tocados eran de papelillo, coral y oro y completaban su traje con unos zapatos de raso brillante.
El uso más relevante de este traje se le dio durante el siglo XIX cuando algunas castas, en especial las mestizas y mulatas, que se dedicaban a dar servicio en casas, como cocineras, sirvientas, tortilleras y vendedoras, vestían este elaborado traje.
Las damas del servicio, vendedoras y sobre todo cocineras de origen mestizo, son llamadas “chinas” en lengua quechua, por lo que se le atribuye a esto, el origen del nombre “china” y “poblana”, dicen algunos, por ser de pueblo y no de Puebla.
El traje de china poblana, por ser una pieza lujosa y elaborada, fue utilizado durante un tiempo por las mujeres de la corte y la alta sociedad colonial, sin embargo no tuvo la suficiente duración dentro de este estrato ya que denotaba ser de una clase inferior y por lo mismo de no muy buena reputación.
Actualmente, el traje de china poblana, ha enriquecido sus bordados sobre todo en los corpiños, que dejaron de ser los inspirados en los trajes de las campesinas españolas, para ser ahora blusas bordadas con finas chaquiras de colores brillantes. La falda se cubre con lentejuelas de color oro y plata que hacen resaltar el bordado que lleva como motivo el águila del escudo nacional.