
Ante conflictos internacionales y acciones arbitrarias del llamado “poder de veto” de las naciones con un amplio desarrollo militar; México ha pedido una reforma urgente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el pasado Debate General de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, México argumentó que el uso del veto ha obstaculizado la capacidad del Consejo de Seguridad para actuar en situaciones de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Propuso que, mientras no se logre la eliminación total del veto, se debería limitar su uso en estos casos específicos.
La propuesta generó un debate significativo dentro de la comunidad internacional. Los países han expresado su apoyo a la idea de reformar el Consejo de Seguridad para hacerlo más representativo y eficaz, sin embargo, la eliminación enfrenta resistencia de los miembros permanentes, quienes ven al veto como una herramienta crucial para proteger sus intereses.

La postura de México de promover un sistema internacional más justo y equitativo. Su propuesta de reforma al Consejo de Seguridad subraya la necesidad de adaptarse a los desafíos contemporáneos y fortalecer la capacidad de la ONU para mantener la paz y la seguridad globales.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, el poder de veto es exclusivo de los cinco miembros permanentes: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, los cuales pueden bloquear cualquier resolución “sustantiva” del Consejo, lo que les otorga una influencia significativa en las decisiones internacionales.
Desafíos del siglo XXI
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada en las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, se erigió con la promesa de salvaguardar la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, el panorama geopolítico actual, plagado de conflictos complejos y multifacéticos, pone a prueba la capacidad de la ONU para cumplir su mandato.
A diferencia de las guerras que marcaron el siglo XX, los conflictos actuales se caracterizan por que los Estados, grupos armados no estatales, actores transnacionales y crimen organizado convergen en escenarios de violencia, dificultando la identificación de responsables y la aplicación de mecanismos tradicionales de resolución de conflictos.
Además, estos conflictos prolongados generan desplazamientos masivos, hambrunas y violaciones sistemáticas de los derechos humanos, demandando una respuesta humanitaria que a menudo se ve obstaculizada por la inseguridad y la falta de acceso.
El resurgimiento de nacionalismos, la competencia entre potencias y la erosión del multilateralismo dificultan la construcción de consensos y la acción colectiva en el seno del Consejo de Seguridad.
El rol de la ONU
A pesar de los desafíos, la ONU sigue desempeñando un papel crucial en la gestión de conflictos a través de la diplomacia preventiva, que consiste en tener enviados especiales, mediación y buenos oficios, así mismo busca prevenir la escalada de tensiones y promover soluciones pacíficas.
Además, el organismo tiene la obligación de establecer operaciones de paz, con los cascos azules se despliegan en zonas de conflicto para proteger a civiles, supervisar acuerdos de paz y facilitar la asistencia humanitaria.
La ONU trabaja para fortalecer el marco legal internacional y promover la rendición de cuentas por crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos.
Casos emblemáticos
La guerra civil siria, que ha entrado en su segunda década, representa un fracaso estrepitoso de la comunidad internacional. La ONU ha desplegado esfuerzos humanitarios y mediado en negociaciones de paz, pero la falta de consenso en el Consejo de Seguridad ha impedido una acción decisiva.
El conflicto en Yemen ha provocado la peor crisis humanitaria del mundo. La ONU también ha facilitado treguas y negociaciones entre las partes, pero la violencia persiste, obstaculizando la entrega de ayuda humanitaria.
La invasión rusa de Ucrania ha puesto de manifiesto las limitaciones de la ONU para responder a agresiones flagrantes por parte de un miembro permanente del Consejo de Seguridad. Sin embargo, el organismo ha desempeñado un papel importante en la documentación de crímenes de guerra y la asistencia a los refugiados.
El tema que ha confrontado al secretario general de la ONU, António Guterres, con el Estado de Israel es la guerra que este último ha emprendido contra los grupos terroristas del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y la milicia libanesa Hezbolá (Partido de Dios), del que Irán es patrocinador.
El futuro de la ONU
La ONU enfrenta una crisis de legitimidad y eficacia en un mundo cada vez más complejo. Para seguir siendo relevante, la organización debe adaptarse a las nuevas realidades, reformar sus estructuras y mecanismos para responder de manera más ágil y efectiva a los desafíos del siglo XXI.
Además, es urgente fortalecer el multilateralismo y promover la cooperación internacional y el diálogo entre Estados para superar las divisiones y construir consensos, incorporando la voz de las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades afectadas en la búsqueda de soluciones pacíficas.
La ONU sigue siendo un actor indispensable en la gestión de conflictos y la promoción de la paz. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades y fortalecer el multilateralismo en un mundo cada vez más fragmentado.
Fuente:
Sebastian Moreno-https://amexi.com.mx/nacional/mexico-urge-a-poner-fin-al-veto-en-la-onu/