La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que el gobierno federal no aceptará acciones extraterritoriales ante el decreto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de nombrar como grupos terroristas a los cárteles mexicanos.
“Primero que no haya confusión de que nosotros, lo que nosotros defendemos es la soberanía, ellos le pueden llamar como quieran, pero nosotros defendemos la soberanía. Si ese decreto tiene que ver con acciones extraterritoriales, esas no las aceptamos”, respondió.
la jefa del Ejecutivo respondió que el gobierno estadunidense puede llamar a estos grupos criminales como desee, y argumentó que México no defiende al crimen organizado. La presidenta de la República reiteró la postura de que se defenderá la soberanía nacional.
“Primero y es muy importante, porque nos quieren colocar como si nosotros defendiéramos a los cárteles de la droga o a la delincuencia organizada. Por supuesto que no”, destacó.
La mandataria federal expresó que no se repetirá la estrategia del expresidente Felipe Calderón de declarar una guerra contra el crimen organizado, ni mucho menos de intromisión al gobierno estadounidense.
En su lugar, reiteró que habrá cooperación y coordinación, sin subordinación con Estados Unidos. Consideró que dicho decreto promulgado por Donald Trump tendría que incluir también el combate a la venta de drogas en su país y el lavado de dinero que implica en su territorio este delito.
“Si ellos hacen este decreto para investigar todavía más en los Estados Unidos el lavado de dinero en los Estados Unidos y los propios grupos delictivos que se mueven de Estados Unidos que hacen que haya esta venta de la droga, está muy bien. Lo que nosotros no aceptamos es la violación a nuestra soberanía. Por eso es colaboración, coordinación, sin subordinación, sin intervencionismo, sin injerencismo.
En su intervención, el secretario de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, destacó que los cuatro principios no renunciables en la cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos son: responsabilidad compartida, reconociendo que el problema es bilateral y requiere colaboración; confianza mutua, asegurando el cumplimiento de acuerdos, cooperación sin subordinación, manteniendo la autonomía de las fuerzas mexicanas; y respeto a la soberanía, fundamental en la relación.
