OTRA VISIÓN
Por Dr. Jorge Fernández
En el corazón vibrante y colorido de México se halla Oaxaca, una joya cultural y artística no solo para nuestro país sino para el mundo entero. Este estado, cuna de grandes artistas, chefs, cineastas y deportistas, es un testimonio viviente de la riqueza y la diversidad del espíritu mexicano. Oaxaca nos enseña, con su sabor, colores, texturas y sonidos, la importancia de preservar nuestras raíces y tradiciones mientras las compartimos con el mundo.
La cocina oaxaqueña, con su delicioso mole y su emblemático mezcal, no es solo una experiencia culinaria, sino una expresión de historia y tradición que ha trascendido fronteras. Cada bocado es un viaje a través del tiempo, una fusión de sabores prehispánicos y contemporáneos que se han convertido en embajadores de nuestra identidad nacional.
En el arte, Oaxaca brilla intensamente. Artistas oaxaqueños como Francisco Toledo han elevado el arte mexicano a nivel internacional, mostrando al mundo la riqueza de nuestra imaginación y creatividad. Sus obras son un espejo de nuestra alma colectiva, reflejando la diversidad y la belleza de nuestras raíces indígenas y mestizas.
En el cine, Oaxaca ha dado al mundo figuras como María Novaro y Demián Bichir, quienes con su talento y pasión, han puesto el nombre de México en alto. Ellos representan la esencia de los oaxaqueños: gente trabajadora, creativa y llena de sueños, capaz de conquistar cualquier escenario global.
En el deporte, Oaxaca ha sido semillero de grandes talentos, quienes con su tenacidad y espíritu de lucha, representan los valores de nuestra nación en cada competencia. Ellos son el vivo ejemplo de que los límites se pueden romper y que con esfuerzo y dedicación, todo es posible.
La comunidad oaxaqueña, con su calidez y hospitalidad, nos recuerda la importancia de la amabilidad y el respeto en un mundo que a veces parece olvidar estos valores. Oaxaca nos enseña que la grandeza de una sociedad radica en su gente, en su capacidad de acoger y compartir su cultura con amor y orgullo.
Oaxaca es, sin duda, un estado hermoso que representa la esencia de México. Es un lugar donde la tradición y la modernidad se entrelazan para crear algo único y extraordinario. Su presencia en el mundo es un recordatorio de que México es un país rico en cultura, talento y belleza, y que los oaxaqueños son embajadores de estos tesoros.
A través de su comida, arte, cine, deportes y sobre todo, su gente, Oaxaca no solo enriquece a México, sino que también enriquece al mundo. Su legado es un faro de inspiración, mostrándonos que las raíces profundas nutren los frutos más dulces y que, sin importar dónde nos encontremos, siempre llevaremos la esencia de Oaxaca en el corazón.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!