* La renovación del espacio corrió a cargo del arquitecto Eduardo Saad
México, 19 Nov (Notimex).- Muy “contento y emocionado” se mostró la noche del sábado el arquitecto Eduardo Saad Eljure después de escuchar a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) tocar en su renovada Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY).
Lo anterior, por los resultados de la renovación del espacio que estuvo bajo por su responsabilidad durante los últimos 10 meses, y que hicieron que, en primer lugar, ahora sí parezca una sala de concierto y no un cine, como lo fue, con adecuaciones, y el público se sienta entre los músicos, a un lado del director.
Entrevistado por Notimex durante el intermedio del concierto de reapertura, el experto cuyo nombre fue puesto por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al Laboratorio de Acústica de la Facultad de Arquitectura, subrayó que “estamos muy emocionados, muy felices porque se están cumpliendo las expectativas”.
Hizo notar que con esta renovación, con el rediseño de la sala se notan la direccionalidad de la música, el silencio, las pausas del ensamble y el espectador se siente dentro de la orquesta.
La música que emana del escenario tiene mucha brillantez, intensidad y definición; se nota al escuchar de dónde procede el sonido de cada instrumento, añadió al detallar que ahora los muros del escenario no son verticales, están inclinados de tal manera que direccionen la sonoridad hacia el público.
Igualmente, la bóveda o cubierta también fue diseñada para que mezcle los sonidos y los dirija al público, al mismo tiempo que lo escuchan los propios músicos, refirió al señalar que la mejor opinión la tendrá el público asistente cada fin de semana a los conciertos.
Por último, el también encargado de hacer el acondicionamiento anterior de sala de cine a sala de conciertos, se mostró deseoso de escuchar opiniones sobre esta renovación de la sala, que de acuerdo con las autoridades culturales capitalinas, la coloca como una de las mejores del mundo.
Entrevistado tras el concierto de la OFCM, el crítico musical Juan Arturo Brennan dejó en claro que, después de escuchar por años a la orquesta en la Sala Silvestre Revueltas, “esta renovación sí se ve y sí se oye”, lo primero porque ahora sí parece sala de conciertos, no el cine que fue y tuvo modificaciones, ahora incluso es atractiva visualmente.
Desde el punto de vista acústico sí ha mejorado mucho, la orquesta se siente mucho más compacta y más cálida en su sonido en general y las secciones y los instrumentos destacan más, puntualizó al referir que antes con el recubrimiento tan duro que tenía “había mucho eco, rebote, interferencias de sonido que ahora se han suavizado.
“Como orquesta se siente más competa, uno se siento dentro” de ella, dijo y comentó que el repertorio elegido para la reapertura fue muy bien pensado para probar dos puntos sonoros distintos, en cuanto a densidad, textura y color, como son George Gershwin y Johannes Brahms.
“Daría mi veredicto final, que hoy es bueno, cuando escuche tocar a Mozart aquí, y cuando la escuche tocar Bruckner, Mahler, Shostakovich, Stravinski o Bartók para oír cómo responde la sala.
Finalmente señaló que ahora se tiene “la excusa ideal” para que la gente acuda cada fin de semana a escuchar un concierto en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural, en la que se dispone de programas musicales variados, ricos, novedosos y hasta retadores.
Durante el acto reinaugural, el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín destacó que esta sala de conciertos es un punto de encuentro entre la OFCM y su público, y tras la remodelación alcanza estándares internacionales.
Ahora es una digna casa de la orquesta, que el próximo año cumplirá 40 años y es una de las más reconocidas en Latinoamérica, recordó al mencionar que la OFCM cuenta con una asociación de amigos, que preside el compositor Mario Lavista, quien estuvo presente en la sala.
Señaló que el gobierno de la capital del país destinó una Inversión de 50 millones para renovar el Centro Cultural Ollin Yoliztli, de los cuales 20 se dirigieron a la sala y el resto en las escuelas que contiene el complejo del sur de la ciudad.
Cabe mencionar que la reapertura de la Sala Silvestre Revueltas inició con un preconcierto en el lobby del inmueble, donde Scott Yoo al violín, John Novacek en el piano y Gregory Daniels con el chelo interpretaron la obra "Elegiaque", de Sergei Rachmaninoff.
Posteriormente ya en la sala con capacidad para mil 200 personas, cuyas butacas y piso también se renovaron con la intención de no afectar la sonoridad de la sala conciertos se ofreció el "Concierto para piano y orquesta", de George Gershwin, bajo la dirección de Scott Yoo.
Como invitado estuvo el pianista estadounidense John Novacek, quien tras su performance ofreció como encore "Intoxication", un rigetime.
Tras el intermedio, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México ejecutó la "Sinfonía No. 1 en do menor, Op. 68", de Johannes Brahms, con lo que se llevó las palmas por varios minutos de los asistentes, cocnlyendo de esta manera la velada.