¡Regresó por sus fueros! El Canelo que todos queríamos ver

Por ERNESTO CASTELLANOS GALVÁN / UNIENDO VOCES

Las peleas dudosas, las que hicieron pensar muchas cosas malas, quedaron atrás. Saúl “Canelo” Alvarez volvió la noche de este sábado por sus fueros, para vencer con categoría por decisión unánime en doce asaltos al tijuanense Jaime Munguía, ante un lleno en la arena T-Mobile de Las Vegas, para retener el cetro mundial supermedio indiscutido en un duelo que electrizó por momentos a los aficionados.

Al “Canelo” lo habíamos visto durante un buen trecho de vencer a enemigos que habían perdido el hambre, o a los que había debilitado con su famosa regla de la deshidratación. Esta vez ganó en un tiro derecho, imponiendo su fortaleza a un rival que se vino para abajo después de que lo derribaron en el cuarto asalto con pavoroso oper de derecha en pleno mentón.

La pelea fue intensa desde el primer asalto. Munguía se veía peligroso, fuerte, entero al inicio del pleito; “Canelo” ganó el primer round, pero recibiendo series de jabs y cruzados de derecha. A cambio conectó los mejores golpes por su mayor poder en los nudillos.

Munguía tuvo un gran round en el segundo. El de Tijuana lanzaba series de jabs, y sacudió con ganchos al rostro al  campeón, que respondía con sólidos ganchos a dos manos. El tercer asalto se lo dimos también a Jaime; mientras Saúl le conectaba ganchos a dos manos al cuerpo, él respondía con sus certeros jabs y remates de derecha.

El combate tomó de repente otro sendero. Llegó el cuarto episodio y Jaime seguía agrediendo alegremente, con el jab como su gran estilete. Pero en un cambio de golpes el “Canelo” soltó un pavoroso opercot de derecha que explotó en el mentón de Munguía, quien se fue muy lastimado a la lona. Jaime se puso en pie, pero tuvo que soportar algunos ganchos de Alvarez, aunque pudo terminar el asalto.

El quinto round fue parejo. Munguía soltaba su jab para mantener alejado y ocupado al “Canelo”, mientras él acechaba el momento de lanzar otra bomba. En el sexto se vio que Munguía no se pudo recuperar de su caída. El “Canelo” era un tanque que lanzaba misiles, mientras su rival se movía tratando de evitar el nocaut. Round de Saúl. Llegó el séptimo asalto, Munguía lanzaba golpes pero no tenían la potencia como para molestar al campeón, que comenzó a lanzar duros contragolpes, que sí zarandeaban al fronterizo.

En el octavo, Munguía tuvo arrestos para atacar y dar la idea de que estaba recuperado. Hubo excelentes cambios de golpes y vimos un empate. En el noveno, el retador se vio muy bien, mientras Alvarez se tomó un descanso Jaime dominaba y llegó con duros ganchos para llevarse el asalto. Pero no dio para más, ya que en el décimo en furiosos cambios de golpes fue el campeón quien dominó claramente.

En los dos últimos asaltos el “Canelo” se lució, era un toro que demolía a un valiente rival, pero que ya no tenía mucho en los guantes. Alvarez cerró así a tambor batiente, para retener sus cinturones del CMB, la WBA, la OMB y la FIB. Si acaso se puede decir que Saúl venció a un rival que venía de dos divisiones abajo, y eso motivó que el campeón fue el hombre fuerte sobre el ring, el que hacía daño. Un 168 libras que se imponía a un 154. Sin embargo, su triunfo es inapelable.