
La llamativa delgadez de varias corredoras del Tour de Francia femenil está suscitando debate en el seno del pelotón, mientras médicos y nutricionistas se preocupan por las consecuencias a largo plazo para la salud de las deportistas, que antes que nada son mujeres.
La corredora francesa Cédrine Kerbaol puso el debate encima de la mesa tras sus palabras en el periódico L’Humanité y en el micrófono de France Télévision el miércoles.

“MUJERES ANTES QUE DEPORTISTAS”
“Antes de ser deportistas, somos también mujeres y nuestra salud importa para el presente, pero también para el futuro. Estamos en un momento peligroso”, afirmó la corredora, ganadora de una etapa del Tour el año pasado.
El responsable médico de un equipo también muestra su preocupación; “Cuanto más se baja de peso, más aumenta la relación peso-potencia, pero no sin consecuencias, los daños provocados por el déficit energético son a veces muy pesados”.

“Hay muchas chicas que han ganado grandes carreras con un peso muy ligero e, indirectamente, las jóvenes que tratan de tener buenos resultados van a tomarlas como ejemplo”, insistió Kerbaol, que se formó como nutricionista antes de ser ciclista profesional.
PROBLEMAS ÓSEOS, PSIQUIÁTRICOS…
El mensaje de la mejor joven (maillot blanco) del Tour 2023, es “formidable”, estimó el médico del equipo Cofidis Mathieu Muller. “Que sea una corredora la que lance el aviso, eso tiene mucho más impacto que si procediese de un médico”, sostiene.
“Una masa grasa demasiado débil conlleva lo que se llama la triada de la deportista, es decir, el déficit de aporte energético que conduce a la ausencia de menstruaciones y después a la osteoporosis”, explica. Un problema que no tienen los hombres.

Una fuente médica consultada no descarta por completo la posibilidad de que, algún día, una corredora se fracture las cervicales y quede parapléjica.
“La consecuencia son problemas óseos, digestivos, cutáneos y psiquiátricos, como la depresión”, apunta en la misma línea el doctor Muller.
En opinión de los médicos interrogados, las corredoras pueden estar en fase de perder peso durante unas semanas, pero más allá de una cierta duración se convierte en algo “muy problemático” desde un punto de vista médico.
Sería necesario, sostienen, que las corredoras se fijen dos o tres objetivos por temporada y que el resto del año recuperen el peso.

Entre su victoria en la París-Roubaix y la salida del Tour femenino, la francesa Pauline Ferrand-Prévot indicó haber perdido cuatro kilos.
“Pero más, no es viable en absoluto”, sentenció la víspera del inicio del Tour la campeona olímpica de VTT cross-country en 2024.
El médico de otro equipo aboga por que se imponga una masa grasa mínima. E interpeló a la UCI para que implante un protocolo.
Cédrine Kerbaol señala que las corredoras de los mejores equipos se ponen en manos de nutricionistas y de médicos, lo que no es el caso en muchas corredoras que están empezando.
“Con el Tour estamos en un momento de gran visibilidad. Futuras ciclistas ven a las estrellas actuales muy delgadas y piensan que es lo normal. Pero no es normal tener huesos descalcificados con 20 años”, concluye.
Fuente:
Arturo López-https://www.excelsior.com.mx/adrenalina/su-delgadez-preocupa-en-el-tour-de-francia-peligroso/1730499