En punto de las cinco de la tarde, el Auditorio Nacional vivió una auténtica revolución de emoción y adrenalina con la llegada del inigualable Tom Cruise.
Con una sonrisa que iluminó el atardecer capitalino, Tom Cruise descendió del vehículo, saludó efusivamente a los fanáticos que lo esperaban desde horas antes y, en un gesto digno de sus películas, subió al toldo de la camioneta para saludarlos desde lo alto. La multitud estalló en gritos, aplausos y flashes.
México es mi familia
Después de su espectacular aparición, Tom Cruise bajó para recorrer la valla que lo separaba de su público, firmando autógrafos, tomándose selfies y dedicando palabras cálidas a cada fan que alcanzaba. Su entrega fue total: no hubo prisa, no hubo evasivas.
El actor estadounidense de 62 años demostró una vez más por qué es uno de los íconos más queridos del cine de acción. También se dio tiempo para atender a los medios de comunicación, siempre con su característica sonrisa y un entusiasmo contagioso.
Todas las secuencias son difíciles y son un reto… y tengo una expectativa muy grande con la película
Tom Cruise en CDMXTom no llegó solo. Estuvo acompañado por el director de su más reciente filme, con quien minutos después presentó, dentro de las instalaciones del Auditorio Nacional y ante más de 10,000 espectadores, su esperadísima película Misión Imposible: La Sentencia Final.
Es una película muy emocional
Tom Cruse, al hablar de ‘Misión Imposible: La última sentencia’