Desde la adopción de políticas económicas ortodoxas en Turquía hace ocho meses, se han observado mejoras significativas, como la disminución de la prima de riesgo de los bonos gubernamentales y el aumento de las reservas internacionales netas. Sin embargo, el presidente Recep Tayyip Erdoğan podría enfrentar desafíos a medida que persiste la lucha contra la inflación, proyectada en alrededor del 75% para mediados de 2024. Aunque las medidas económicas han generado resultados positivos, el avance más lento de lo esperado en la reducción de la inflación podría poner a prueba la paciencia del mandatario. La reciente renuncia de la gobernadora del Banco Central, Hafize Gaye Erkan, no se espera que altere significativamente la dirección de la política económica, ya que el ministro de Finanzas, Mehmet Şimşek, sigue liderando los esfuerzos de reforma.
Desde que Turquía adoptó políticas económicas ortodoxas hace ocho meses, el país ha experimentado mejoras notables en sus condiciones financieras. La prima de riesgo de los bonos gubernamentales ha disminuido significativamente, pasando de 679 a 280 puntos básicos en los últimos seis meses. Además, las reservas internacionales netas del Banco Central de la República de Turquía (CBRT) han aumentado considerablemente, pasando de -3,000 millones de dólares a 30,700 millones de dólares.
Estas medidas, impulsadas por el presidente Recep Tayyip Erdoğan y respaldadas por el ministro de Finanzas, Mehmet Şimşek, han demostrado el compromiso del gobierno con una reforma económica. A pesar de estos avances, la persistente lucha contra la inflación presenta desafíos para Erdogan. Se proyecta que la tasa de inflación alcance alrededor del 75% para mediados de 2024, lo que podría poner a prueba la paciencia del presidente.
La renuncia reciente de Hafize Gaye Erkan como gobernadora del Banco Central no se espera que cause cambios significativos en la dirección de la política económica. Erkan fue sucedida por Fatih Karahan, quien ocupaba el cargo de vicegobernador y es conocido por su experiencia económica, habiendo trabajado anteriormente en la Reserva Federal de Estados Unidos y en Amazon.
A pesar de los desafíos persistentes, el gobierno turco continúa comprometido con las reformas económicas. Mehmet Şimşek lidera estos esfuerzos, destacando la importancia de mantener un enfoque ortodoxo para asegurar la estabilidad financiera del país. A medida que Turquía cosecha los frutos de las políticas implementadas, la paciencia de Erdogan podría ser puesta a prueba por la evolución de la inflación en los próximos meses.
