OTRA VISIÓN
Por Jorge Fernández H.
Miércoles 17 de septiembre
UN DESFILE QUE HABLÓ CON EL CORAZÓN DE MÉXICO
El día de ayer, 16 de septiembre, el Zócalo de la Ciudad de México fue escenario de un desfile que quedará en la memoria de nuestra nación.
No fue solo la conmemoración de un aniversario más de la Independencia; fue un acto solemne y poderoso donde se unieron la voz, la disciplina y la esperanza de un pueblo que busca caminar en paz y con dignidad!
Voces que marcaron la jornada
El Secretario de Marina Raymundo Pedro Morales, habló con firmeza, dejando en claro que los actos de corrupción detectados en su institución no tienen cabida y serán combatidos con toda la fuerza de la ley.
Con valentía, frente a la nación, se deslindó de prácticas que traicionan el uniforme y afirmó que los verdaderos marinos de México se guían por la honestidad, la justicia y el amor a la patria.
El Secretario de la Defensa Nacional Ricardo Trevilla, pronunció un mensaje profundo y enérgico: llamó a la unidad, a desterrar la delincuencia, la violencia y la discriminación, y a fortalecer los valores de educación, respeto y unión familiar.
Su voz resonó como un llamado de conciencia, recordándonos que un México unido es invencible.
Finalmente, la Presidenta Claudia Sheinbaum, Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, pronunció un discurso lleno de fuerza y patriotismo.
Habló de soberanía, de dignidad, de independencia frente a cualquier intento de intromisión extranjera.
Fue un mensaje de compromiso con la seguridad nacional y con el pueblo de México, un mensaje de paz, pero también de determinación.
El simbolismo del desfile
Más de dieciséis mil efectivos marcharon con disciplina y orgullo. Mujeres y hombres, Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, mostraron que la fortaleza de México no radica en la guerra, sino en la defensa de su pueblo.
Los sobrevuelos de aviones, el rugir de los helicópteros, el paso de los vehículos blindados, las formaciones impecables de cadetes y escuelas militares transmitieron un mensaje claro: nuestras Fuerzas Armadas están al servicio de la nación, no del conflicto.
Los jóvenes que hoy se forman en las escuelas militares y navales son la garantía de un mañana más sólido; ellos no solo aprenden disciplina y estrategia, aprenden valores, aprenden amor a México.
Los binomios caninos, las escoltas montadas, los símbolos vivos de nuestra cultura militar, recordaron que también hay ternura, cercanía y humanidad en quienes defienden a la patria.
México marchando en paz
El desfile de ayer fue un retrato fiel de un país que no se rinde, que se mira en el espejo de su historia y proyecta un futuro con esperanza.
México no muestra armas para intimidar, muestra fuerzas para proteger.
No exhibe poder para amenazar, exhibe disciplina para servir.
Fue un desfile que habló con el corazón de México, que nos recordó que somos un país grande no por su capacidad bélica, sino por la fuerza moral de su gente, por la unidad de su pueblo, por la dignidad de su historia.
Hoy, más que nunca, tenemos que escuchar el mensaje de nuestros líderes y de nuestras Fuerzas Armadas: unidad, paz, soberanía y orgullo.
Si cada mexicano hace su parte, si cada familia educa en valores, si cada institución cumple con su deber, México seguirá marchando con la frente en alto.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!