OTRA VISIÓN
Por Jorge Fernández H
Hoy lunes 8 de septiembre
El mundo amanece hoy con el corazón agitado. Desde Washington, Donald Trump lanza nuevas advertencias en torno al conflicto de Gaza, presionando por la liberación de rehenes y acusando a sus adversarios de prolongar una guerra que ya desangra a miles. Sus palabras reflejan el peso de un líder que busca imponer condiciones, pero también la desesperación de una humanidad que clama por paz.

China, mientras tanto, se proyecta con fuerza, mostrando su poderío militar y consolidando alianzas estratégicas con Rusia. El mensaje es claro: el mapa mundial se está redibujando, y en ese tablero se enfrentan ambiciones, orgullos y visiones que ponen a prueba la estabilidad de todos los pueblos.

Rusia y Ucrania siguen atrapadas en un conflicto cruel, donde la vida humana parece perder valor frente a la obstinación de los ejércitos. Es un río de sangre que crece cada semana y que genera una herida difícil de cerrar para Europa y el mundo.

En Medio Oriente, Israel y Palestina viven uno de los capítulos más dolorosos de su historia. Atentados, respuestas militares, hambre y muerte han convertido a esa tierra sagrada en un clamor desesperado. Las familias sufren, los niños lloran, y la esperanza se tambalea bajo el peso de la violencia.

Hoy, como nunca, necesitamos recordar que todos habitamos este mismo planeta. Somos seres humanos que compartimos la misma casa: la Tierra. No hay frontera que justifique el dolor de un niño, ni ideología que justifique el hambre de un pueblo. Una guerra nuclear, una escalada de odio sin límites, sería el fin de la humanidad como la conocemos.

Por eso, esta columna es un grito de fe y de esperanza. Que prevalezca el diálogo sobre la violencia, la diplomacia sobre la ambición, la paz sobre la guerra. Que los líderes escuchen y que los pueblos encuentren alivio. Porque al final, lo que nos une es mucho más grande que lo que nos separa: el deseo de vivir, de convivir y de construir un futuro mejor.
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!



