La ganadora del reality, que sumó 18.2 millones de votos del público solo en la noche de la final, es una mujer que inspira.
Natural y directa, confirma que no busca ser un ícono ni se considera símbolo de nada, solo quiere compartir sus vivencias y conectar con historias similares a las de ella.
“La verdad no me considero un ejemplo, si acaso soy reflejo de la vida de muchas chicas trans y de chicos de la comunidad gay; soy un espejo de historias de vida en las que hemos tenido situaciones similares. No me gusta ser ejemplo, mana, porque cuando cometes un error te crucifican, y eso es muy fuerte. Sí hemos puesto un granito de arena, como en aquellos tiempos conocí a La Vogue y a Francis; cada una hemos visibilizado más a nuestra comunidad trans y gay”, mencionó
Ella ha reiterado en varias ocasiones que es mejor mostrarse tal cual es, sin temor a las críticas, pues estamos en una época en la que no deberían existir las poses, los fans buscan la autenticidad.
“Aún no terminamos la lucha contra la homofobia y la transfobia; la sociedad te insulta, se burla de ti cuando eres una chica trans, cuando eres gay, pero si tu familia te apoya, da todo por ti, los demás terminan valiéndote tres hectáreas de ya sabes qué. Las burlas y la discriminación nos vienen valiendo madre, la familia es un motor súper fuerte, hay gente buena pero también mala”.
“Hay personas que están de acuerdo con lo que pienso y otras que no, yo no voy a cambiar; a mí no me tiene que educar nadie, no existe un manual para ser una chica transexual, no hay reglas. Yo siempre he dicho que no me considero una mujer biológica porque no tengo órganos reproductores femeninos; muchas se enojan pero yo no hablo por todas, hablo por mí. Yo me dedico a ser feliz, vivir mi vida y estar tranquila; si yo respeto a cada chica trans que dice que es mujer completa, por qué no respetan mi manera de pensar, se me hace algo muy injusto”, dijo.