ORACIÓN POR MÉXICO
Por Jorge Fernández
Dios todopoderoso, hoy nos dirigimos a Ti con el corazón lleno de esperanza y gratitud.
Te agradecemos porque nuestro México, día a día, se fortalece bajo tu mirada protectora. Sentimos tu presencia en cada rincón de nuestra patria, en cada uno de sus hijos que trabaja incansablemente por un futuro mejor. Sabemos que, pese a los desafíos y adversidades, Tú nos guías hacia la luz, hacia un México más justo y lleno de oportunidades.
Te pedimos, Señor, que derrames tu sabiduría y claridad sobre los líderes que muy pronto asumirán las riendas de nuestro país. Que sus corazones estén alineados con los valores de justicia, equidad y verdad. Inspíralos a actuar con integridad, a poner siempre el bienestar del pueblo mexicano por encima de cualquier interés personal. Que su liderazgo esté marcado por la determinación y el coraje de transformar visiones ambiciosas en realidades tangibles, en un México donde prevalezcan la paz y la justicia social.
En este tiempo crucial para nuestra nación, oramos también por la unidad entre los ciudadanos. Que todos, sin importar nuestras diferencias, podamos unir nuestras voces y esfuerzos por el bien común. Ayúdanos a comprender que solo trabajando juntos, con amor y generosidad, podremos construir el México que todos soñamos. Un país donde nuestros hijos y las generaciones futuras puedan vivir en paz, con la certeza de que cada día es una oportunidad para crecer, aprender y mejorar.
Agradecemos, Dios nuestro, por los innumerables milagros que has obrado en nuestras vidas y en la historia de nuestro México. Sabemos que bajo tu amparo, nuestra nación seguirá adelante, superando cualquier obstáculo con la fortaleza y la fe que solo Tú puedes infundir. Que en cada decisión y en cada acción, se refleje tu amor y tu justicia, y que nunca nos falte la convicción de que estamos en tus manos, guiados por tu infinita misericordia.
En estos momentos en los que el camino parece incierto, te pedimos, Señor, que avives en nosotros el fuego de la fe, esa llama ardiente que nos da la fuerza para seguir adelante. Que nunca se apague nuestra esperanza, que no decaiga nuestro espíritu, y que siempre, en los momentos más oscuros, recordemos que Tú, con tu amor infinito, eres nuestra luz y nuestro refugio. Que cada mexicano sienta en su corazón la certeza de que no estamos solos, de que Tú caminas a nuestro lado, guiándonos con amor hacia un destino de prosperidad y paz.
Padre celestial, recibe esta oración que te elevamos con humildad y devoción, confiando en que tus bendiciones seguirán derramándose sobre nuestra patria. Que México sea siempre un lugar donde florezcan la paz, el amor, y la justicia, y que bajo tu guía, construyamos juntos el futuro que nuestros hijos y nietos merecen. En tus manos encomendamos nuestra nación, con la fe de que en Ti encontramos el camino, la verdad y la vida.
AMÉN