Invito a cada lector a reflexionar sobre la importancia de su participación en las urnas, pues solo así podremos asegurar un futuro que refleje la voluntad colectiva de un México diverso, pero unido en su búsqueda de progreso y bienestar.

Una líder que promete transformar nuestro país con fuerza, confianza y propuestas innovadoras en áreas clave como la seguridad y la justicia, rodeada de un equipo competente y comprometido, está lista para sorprendernos y guiarnos hacia un futuro prometedor.

No dejemos que la apatía o la desilusión nos alejen de nuestras responsabilidades como ciudadanos, participemos, votemos y, sobre todo, hagamos oír nuestras voces en defensa de la justicia, la igualdad y la dignidad para todos.

Cada uno de nosotros es protagonista de este gran teatro llamado México. Nuestro libreto no está completo, y el desenlace aún está por escribirse.

Independientemente de nuestras inclinaciones políticas, la posibilidad de que una mujer gobierne México durante los próximos seis años es un hito en nuestra historia.

Esta marcha, trascendiendo lo meramente político, se erige como el testimonio viviente de un México que, tras cuatro décadas de transición, ha degustado la dulzura de una democracia que se niega a desvanecerse en las sombras del olvido.

Que la inspiración divina sea la luz que guíe a Claudia y Xochitl en su camino hacia la presidencia, por el bien de todos los mexicanos.

Es un lugar donde la tradición y la modernidad se entrelazan para crear algo único y extraordinario. Su presencia en el mundo es un recordatorio de que México es un país rico en cultura, talento y belleza, y que los oaxaqueños son embajadores de estos tesoros.

Hoy, en este Día de la Amistad, reflexionamos sobre las relaciones que hemos forjado a lo largo de nuestra vida y rindámosles un homenaje porque han estado con nosotros en las buenas y en las malas y vivamos este día, con un calor humano especial, reflejando las cualidades de una sociedad conocida por su amabilidad y romanticismo.

Nuestra nación ha demostrado una y otra vez su capacidad para sobreponerse a los desafíos, manteniendo siempre vivos los valores de lucha y democracia que nos definen.

Recordemos que en nuestras manos está el poder de transformar y de hacer de México no solo un lugar para vivir, sino un lugar para prosperar, donde cada día sea un paso adelante hacia el futuro que merecemos.

Mientras celebramos nuestra Constitución y contemplamos estos eventos globales, recordemos que México, con su rica historia y su gente resiliente, tiene el potencial para superar desafíos y ser un actor clave en el escenario mundial. La unidad, la participación y el compromiso son fundamentales para forjar un futuro mejor para nosotros y las generaciones venideras.

Que este amanecer de optimismo se convierta en un día lleno de acciones positivas, decisiones sabias y pasos firmes hacia un futuro próspero. Juntos, con esperanza y determinación, construyamos el México que soñamos.

OTRA VISIÓN Por Dr. Jorge Fernández. En la inmensidad de nuestro tiempo, ayer con mi esposa nos sumerjimos en la historia y el recuerdo en el...