RELIGIÓN

A través de comunicado, la oficina de prensa de la Santa Sede dejó entrever que el Santo Padre podría aparecer durante las actividades de Semana Santa.

'¡Gracias a todos!', dijo el pontífice de 88 años con voz débil ante un micrófono, sentado en una silla de ruedas y saludando a cientos de personas reunidas bajo un balcón del hospital.

El Papa Francisco aparece en la fotografía de espaldas, sentado frente al altar en una capilla del hospital

«Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros, en la fe, señales luminosas de esperanza»,, escribió el papa, según el texto difundido por el Vaticano al igual que en las pasadas semanas en las que no se ha celebrado el rezo del ángelus.

El Vaticano anunció el viernes que reducirá la frecuencia de los partes médicos, lo que calificó como un avance positivo. También ha dejado de emitir sus breves avisos matinales sobre el estado del jesuita argentino, que solían indicar que había dormido bien y que inciaba su jornada.

El Papa Francisco pasó una noche tranquila y en unas horas se espera un nuevo parte médico, cuando se cumplen 29 días de hospitalización en el Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios.

El papa, que en su primer discurso ya avanzó la idea de una «Iglesia pobre para los pobres», ha centrado desde entonces todos sus esfuerzos en reformar la Santa Sede para hacerla más transparente y efectiva.

Los médicos han indicado que Francisco está experimentando mejoras lentas y graduales, y esta semana declararon que ya no se encuentra en peligro inminente de muerte.

El Papa Francisco seguirá como estos días desde la televisión de su habitación en el décimo piso del hospital Gemelli de Roma los ejercicios espirituales de la Curia Romana por la Cuaresma, que se celebran mañana y tarde en el aula Pablo VI del Vaticano, y no tiene previstas visitas, agregaron las fuentes.

«Las condiciones clínicas del Santo Padre siguen siendo estables. Las mejoras registradas en los últimos días se han consolidado más, como confirman los exámenes de la sangre y la buena respuesta a la terapia farmacológica», informó el Vaticano en un comunicado.

Por cuarta semana consecutiva, el pontífice de 88 años no apareció para su bendición semanal al mediodía, aunque el Vaticano publicó el texto que habría pronunciado si se hubiera encontrado lo suficientemente bien.

El pontífice argentino, de 88 años, que padece una enfermedad pulmonar crónica y se le extirpó parte de un pulmón cuando era joven, inicia en su cuarta semana ingresado en el hospital Gemelli de Roma con su situación estabilizada tras algunos episodios de crisis respiratorias agudas.