ORACIÓN POR MÉXICO
Por Jorge Fernandez
Amado y Misericordioso Dios, en la serenidad de este amanecer, al abrir mis ojos, mi corazón se desborda de gratitud por la majestuosidad de tu creación. Este México esplendoroso, obra de tus manos, y este vasto mundo donde la vida se despierta conmigo cada día, me llenan de un profundo agradecimiento.
Siento el suave roce del viento y el cálido abrazo del sol, que me recuerdan tu presencia constante. Observo a mi alrededor y cada detalle, desde el más modesto insecto hasta el interminable ir y venir de las personas, es un testimonio de tu obra magnífica. Cada rostro, cada historia que se cruza en mi camino, es un reflejo de la vida que nos has dado, rica en diversidad y belleza.
Con el corazón henchido de amor, te doy gracias, Señor, por mi amada esposa, cuyo amor es una hermosa luz en mi vida. Por mis hijos, Francisco, Carlos, Arturo y Jorge, cuyo éxito es un testimonio de tu bondad y tus bendiciones, y especialmente por mi hija Betty, en Australia. Oh Dios, guíala en cada paso, que cada decisión que tome sea iluminada por tu sabiduría, para que conquiste sus sueños en esa tierra lejana. Que tu mano la sostenga y tu amor la envuelva, incluso desde la distancia.
Gracias, Señor, por el techo que nos cobija, por el alimento diario que nos nutre, y por las vestiduras que nos abrigan. Gracias por esos regalos esenciales y no tan es encontrados ales, con los que me regalas todos los días y a cada momento con tu enorme generosidad, los cuales disfruto y comparto en comunión con amigos, seres queridos y con mis semejantes!!!
Aprecio profundamente el trabajo que me has dado, que no solo me permite crecer sino también contribuir. En él encuentro alegría y satisfacción, desarrollando ideas que construyen y sirven a los demás, compartiendo las bendiciones que tan generosamente nos das.
Aunque somos bombardeados con noticias desalentadoras, escojo ver lo positivo en nuestro México, un país aún lleno de posibilidades, donde la bondad y el esfuerzo colectivo siguen construyendo un futuro esperanzador. Agradezco vivir aquí, en este suelo fértil, México mi amada Patria, para la esperanza y la realización personal y comunal.
En este día especial, Martes 30 de abril, que celebramos el Día del Niño, nos unimos en celebración de la inocencia y las posibilidades. Que recordemos siempre la maravilla de la infancia, que alberga sueños de un mundo mejor. Ayúdanos a mantener vivo ese espíritu puro e indomable dentro de nosotros, para que, como adultos, nunca perdamos la esperanza ni el impulso para mejorar y compartir las maravillas que nos rodean.
Finalmente, te suplico que ilumines esos rincones oscuros de nuestra nación, donde el crimen y la desesperanza amenazan nuestras vidas y libertades. Que tu luz y misericordia traigan transformación y paz. Y para aquellos que sufren por la falta de lo necesario, envía tu provisión y oportunidades para que puedan prosperar.
Gracias, Señor, por cada bendición, cada lección y cada día que me permites ser parte de este México maravilloso y este mundo que has creado para nosotros. Que tu presencia siga siendo nuestro guía y fortaleza, transformando corazones y renovando nuestro entorno. Con profundo amor y gratitud, te ofrezco estas palabras, desde lo más íntimo de mi ser. Gracias, Dios poderoso y eternamente misericordioso.
Amén.