Preparar una oposición en España es un desafío que va más allá de la dificultad y el estrés que conlleva. También implica un importante desembolso económico que a menudo pasa desapercibido. Dejar el trabajo para poder estudiar, vivir de ahorros, ajustar al máximo los gastos, compartir piso o regresar a la casa familiar son algunas de las adaptaciones que muchos opositores realizan para enfrentar este desafío.
En julio de este año, el Gobierno anunció la mayor oferta de plazas para trabajar en el Estado, con un total de 39,574 plazas disponibles en varios cuerpos y especialidades, un aumento del 15.8% con respecto al año anterior. Sin embargo, los exámenes de oposición requieren de una preparación especializada que, en la mayoría de los casos, no es posible llevar a cabo sin la ayuda de un preparador o una academia.
Juan Carlos Valcárcel, de 25 años, se presentó al MIR (Médico Interno Residente) en enero de este año y afirma que “la mayoría de la gente suele tener dinero” para enfrentar esta oposición. El precio de su academia osciló entre 2,500 y 3,000 euros por nueve meses de clases.
Según datos del último estudio realizado por OpositaTest, el 56% de los opositores tiene ingresos personales por debajo de los 1,000 euros al mes, y el 40% de aquellos que trabajan simultáneamente tienen ingresos por debajo del salario mínimo. Esto pone de manifiesto la dificultad financiera que enfrentan muchos opositores.
Idoia Solano, de 26 años, dejó su trabajo como periodista para preparar su oposición como profesora de secundaria con especialización en Lengua y Literatura. Durante casi un año, desde septiembre de 2022 hasta julio de 2023, vivió exclusivamente de sus ahorros, acumulados durante sus años de empleo como periodista con un salario de 21,000 euros netos al año.
Manuela García, también de 26 años, se preparó con una academia para obtener una plaza en psicología en enero y decidió no trabajar durante ese tiempo. La academia ofreció descuentos para estudiantes universitarios, lo que redujo el costo de preparación a 1,700 euros por nueve meses. Aun así, tuvo que ajustarse a un presupuesto limitado, ya que su pareja contribuía con 1,400 euros netos al mes para cubrir gastos de comida, renta, servicios, transporte público y entretenimiento.
Compaginar un trabajo con la preparación de una oposición es un desafío aún mayor, y muchos opositores coinciden en que es casi imposible hacer ambas cosas simultáneamente debido al agotamiento físico y mental que conlleva.
Los testimonios revelan que preparar una oposición en España puede tener un costo superior a los 1,000 euros, ya sea a través de academias, preparadores individuales o material de estudio. A pesar de las dificultades económicas, muchos opositores están dispuestos a enfrentar este desafío en busca de una plaza en la administración pública.
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