OTRA VISIÓN
Por Dr. Jorge Fernández
En este amanecer de incertidumbre, México se enfrenta a un momento decisivo que pone en juego no solo la estructura de nuestra justicia, sino también el tejido moral de nuestra sociedad.
La Suprema Corte ha propuesto una medida sin precedentes: la posible liberación de 67,000 prisioneros, incluidos individuos condenados por delitos que horrorizan y desgarran el corazón de cualquier ciudadano de bien: secuestro, violación, asesinato, y robo, entre otros. Son delitos que, al ser perpetrados, no solo destruyen vidas individuales sino que erosionan las bases de nuestra convivencia pacífica.
El temor de que estos criminales regresen a las calles no es infundado. La posibilidad de que vuelvan a sumarse al crimen organizado y agraven la ya tensa situación de seguridad en nuestras ciudades es una preocupación palpable que me lleva a preguntarme, ¿estamos al borde de un colapso en la seguridad que tanto hemos trabajado por fortalecer?
Simultáneamente, la arena política se sacude con la figura de Arturo Saldívar, exministro que lidera un esfuerzo para someter a juicio político a la Presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña. Esta jugada es más que un conflicto entre personalidades; es un símbolo de las luchas por el poder que amenazan con desestabilizar uno de nuestros pilares democráticos más sagrados.
Zaldívar acusa a Piña de interferir en asuntos políticos, una acusación que podría tener profundas repercusiones en cómo se percibe la independencia de nuestro máximo tribunal y que ante el poder del partido oficial con sus diputados, puedan lograr el 50% más uno y hacerlo realidad!!!
Justicia, injusticia o abuso de poder? Tu como yo querido lector permaneceremos en la tristeza, la ignorancia y la impotencia!!!
A nivel global, el escenario no es menos turbulento. Vivimos en una era donde los conflictos entre grandes potencias amenazan con rebasar cualquier lógica o diálogo racional. El acceso a armamentos nucleares y las políticas encontradas auguran un futuro incierto, y nos vemos obligados a contemplar escenarios que parecen sacados de las más sombrías tramas de ciencia ficción.
En casa, el Presidente AMLO, intenta navegar estas aguas tormentosas con una mezcla de políticas sociales que buscan mitigar el impacto de estos tiempos difíciles en el ciudadano común y ahora buscando la solidaridad internacional, ante el abuso ocasionado por Ecuador. Sin embargo, aún con buenas intenciones, enfrenta críticas constantes y un escepticismo que crece con cada nueva crisis. Cada mañana, en sus conferencias, se esfuerza por rendir cuentas, pero ¿es suficiente para mantener la confianza y la esperanza del pueblo?
Ante este panorama, no podemos permanecer pasivos. Es imperativo que nosotros, como sociedad, reconozcamos la gravedad de estos desafíos y respondamos con una acción decidida. El llamado a las urnas en 45 días no es solo un acto cívico; es un deber urgente para redirigir el rumbo de nuestro país hacia un futuro más seguro y justo.
Este es el momento de que cada ciudadano reflexione profundamente sobre el tipo de México que desea legar a las futuras generaciones. Debemos estar dispuestos a levantar la voz, a informarnos, a participar activamente en el diálogo nacional. No podemos permitir que el desánimo nos paralice; debemos ser protagonistas de la transformación que queremos ver.
Mientras tanto, las temperaturas extremas y la escasez de recursos naturales, como el agua, nos recuerdan que los desafíos ambientales también requieren nuestra atención inmediata. Este entorno apocalíptico no es una ficción lejana, sino una realidad con la que debemos lidiar aquí y ahora.
Querido lector, este es un llamado a la acción. No es momento de ceder al miedo o a la resignación. Es momento de actuar con convicción y responsabilidad. Es momento de que cada uno de nosotros haga su parte para asegurar que México no solo sobreviva, sino que emerja más fuerte de estas pruebas. Vayamos a las urnas con el peso de este deber cívico y con la esperanza de que, juntos, podemos y vamos a reconstruir el México que soñamos. El futuro está en nuestras manos. ¿Nos levantaremos a la altura de estos desafíos??
MÉXICO VIVE!!!
VIVA MÉXICO!!!
Distinguido rector y amigo,
Dr jorge fernadez
Siempre estoy pendiente de sus publicaciones y me parece que comienza a tener una congruencia en su sentimiento nacionalista que siempre ha manifestado mas haya de partidos he intereses politicos, a los que para desfortuna de los que quizieramos vivir con mas tranquilidad para el mejor desarrollo de nuestras actividades, tenemos que sufrir el abasallamiento conbulso de politicos y política que no nos deja respirar ni tener la tranquilidad anhelada, es deseocionante lo que como país nos pasa, en un circo donde ahora solo hay un animador experto univerzal de sabiduria que no es mas que diarrea verbal.
Coincido con usted querido amigo , ojala que en estos 45 dias haya cordura paz y podamos llegar a sufragar nuestro voto en plena libertad.
Por el bien de nuestro México, necesitamos ejercer un voto responsable, pero sobre todo, uno que vaya con nuestras mejores intenciones para que a este país le vaya mejor, porque se merece lo mejor. ¡Excelente columna!