Bogotá – Bajo el lema “el que persevera, alcanza”, el gobierno encabezado por Gustavo Petro ha dado inicio a un renovado esfuerzo para aprobar una reforma laboral en el legislativo, lo que ha reavivado las preocupaciones entre los gremios patronales, que la tildan de “destructiva para el empleo y la productividad”.
La anterior legislatura había sepultado la reforma debido a la dispersión de las fuerzas políticas, que abandonaron su apoyo inicial al gobierno para sumarse a la oposición. Esta nueva versión de la reforma, que fue radicada en la comisión séptima de la Cámara de Representantes sin previo aviso, ha tomado por sorpresa a sus diversos oponentes.
Gloria Inés Ramírez, la experimentada ministra de Trabajo de la administración Petro, conocida por su historial en el movimiento sindical, ha restado importancia a las críticas de los “gremios de la producción”, y ha reafirmado el compromiso del gobierno con el cambio, declarando que estan del lado de las mayor
La reforma consta de 92 artículos, 16 más que su versión previa, y se presenta bajo el lema “Trabajo digno y decente para los colombianos”. Entre sus propuestas se incluyen jornadas laborales de ocho horas diarias, con inicio a las seis de la mañana y cierre a las siete de la noche. Además, plantea el inicio de la jornada nocturna a las siete de la noche (actualmente comienza a las nueve), concluyendo a las seis de la mañana.
La iniciativa también propone el pago de un recargo nocturno del cincuenta por ciento sobre el salario acordado, y un cien por ciento adicional para aquellos que trabajan los domingos y días festivos, cifra que
La controversia en torno a esta reforma laboral se mantiene encendida, mientras diversos sectores políticos y económicos debaten sus implicaciones para el empleo y la economía del país.
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