Por Iker Ramírez Pavón
La Selección Mexicana regresa a la Copa América después de ocho años, enfrentando dudas y esperanzas a pocos días de su debut. Los recientes resultados en los amistosos contra Uruguay y Brasil, con derrotas, han generado inquietud sobre la preparación del Tri para esta importante competencia.
El mediocampo es una de las áreas más fuertes del equipo tricolor, con jugadores de alta calidad como Luis Chávez, Luis Romo y Carlos Rodríguez. Estos futbolistas aportan control y creatividad en el centro del campo, fundamentales para el estilo de juego de México. Además, el torneo se jugará en Estados Unidos, donde la afición mexicana ha demostrado ser un apoyo crucial, creando un ambiente que a menudo se siente como jugar en casa.
Las lesiones han afectado significativamente al equipo, especialmente con la baja de Luis Ángel Malagón, quien era el arquero en mejor forma para el torneo, debido a una lesión muscular en el bíceps. Además, la falta de contundencia en el arco rival es una preocupación constante, ya que el equipo ha tenido dificultades para generar oportunidades de peligro y finalizar jugadas. Este problema se agrava debido al poco tiempo que este grupo de jugadores ha tenido para cohesionar su juego bajo la dirección de Jaime Lozano.
Posible XI titular
Portero: Julio González
Defensas: Israel Reyes, Edson Álvarez, Johan Vásquez, Gerardo Arteaga
Medios: Luis Chávez, Luis Romo, Carlos Rodríguez
Delanteros: Roberto Alvarado, Santiago Giménez, Julián Quiñones
El regreso de México a la Copa América está cargado de expectativas y desafíos. A pesar de las preocupaciones por lesiones y falta de contundencia, el equipo cuenta con fortalezas significativas en el mediocampo y el respaldo incondicional de su afición en Estados Unidos. El desempeño del Tri en esta edición del torneo será crucial para medir el avance del equipo bajo la dirección de Jaime Lozano y su capacidad para enfrentar a las potencias del continente.