Oración terminando invierno 2023, al albor de la primavera 2024…
Por Dr. Jorge Fernández
Dios omnipotente, Jehova, Jesús, como te nombren en cada región o religión de la tierra, pero fuente inagotable de amor y bondad, me inclino ante ti en este momento de quietud y reflexión, llevando en mi corazón la mezcla de los días vividos, entre sombras y luces, y los sueños que yacen al albor de la primavera.
Febrero, con su manto invernal, nos puso a prueba, despidiendo al abuelito y a la mamá de mi amada esposa, tiñendo de preocupación los días por la salud de mi suegro y envolviendo en tristeza a Gina, a su papá Don Monico y a sus hermanos y hermanas!!! Te pido por la pronta recuperación de sus corazones!!!
Esos momentos, señor, nos recordaron la fragilidad de nuestra existencia y el valor incalculable del amor y la unidad familiar.
Sin embargo, hoy, al umbral de una nueva estación, la llegada de la primavera, siento cómo la esperanza brota entre las grietas del dolor. Iniciamos marzo con el corazón renovado, cargado de sueños y proyectos, entre ellos, nuestra escuela, que se alza como testamento de lo que podemos lograr juntos, apoyados por amigos fieles que confían y creen en nosotros y corazones valientes que nos impulsan hacia adelante.
Este martes 12 de marzo, en la conmemoración del Día de la Mujer, con tantos hombres y mujeres brillantes que estarán con nosotros en nuestro evento, con nuestra querida Ruth, honraremos a aquellas que, enfrentando injusticias, nos enseñan el verdadero significado de la resiliencia y la fortaleza, y a quienes, con nobleza, trabajan incansablemente por una justicia verdadera y a quienes distinguiremos con los Premios Voncepcion Arenal y Luz de esperanza!!!
Gracias, Señor, por ser guia en nuestra travesía, por iluminar mi mente con sabiduría, mi corazón con amor y mis brazos con la fuerza para trabajar y abrazar este proyecto de vida, ofreciendo consuelo y apoyo a mi esposa, siendo pilar para mis hijos, nietos, mi familia, y cumpliendo mi promesa de ser un agente de cambio y esperanza.
En este día domingo, que paso en compañía de mis seres queridos, te pido que sigas guiándonos por el camino del bien, fortaleciendo nuestros lazos y permitiéndonos ser luz para aquellos que nos rodean.
Agradezco profundamente todo lo que nos has brindado, a mí, a mi familia y a todos nuestros semejantes. Que este mensaje sea un reflejo de nuestra gratitud infinita hacia ti, Señor, y un recordatorio del amor que nos une y la fe que nos guía.
Amén.
